¿Por qué los grandes ojos en el manga?

Por Jorge Cervantes

 

Mucho se ha dicho sobre el origen de los grandes ojos de los personajes del manga, desde declaraciones como ‘los japoneses están traumados por tener ojos pequeños’ hasta decir que provienen del estilo de los personajes de las películas de Disney. A través de un breve recorrido histórico y cultural trataré de encontrar las razones estéticas de los grandes ojos de los personajes del manga.

 

Una de las primeras cosas a tomar en cuenta es que, por increíble que parezca, no todos los personajes del manga tiene ojos grandes, aunque sí es una de las características principales del manga para chicas, el shōjo. Sí, hay autores que abordan otros géneros que usan este rasgo estético, pero es porque necesitan apoyarse en él para que sus personajes expresen apropiadamente sus emociones, pero no nos adelantemos.

Un recorrido por el pasado
Katsushika Hokusai (1760-1849) fue un famoso grabador japonés que desarrolló su labor durante la Era Edo (1603-1868), y a él se atribuye haber acuñado el término manga, que significa ‘dibujos sin compromiso’, pues llamaba así a los trazos que hacía al retirarse, cuando ya no tenía obligaciones con patrón alguno. Aunque el manga de Hokusai no es en realidad discurso secuencial, sí encontramos en él estudios de movimientos secuenciados de diversos personajes y animales.

 

En el manga de Hokusai y la obra pictórica del la Era Edo encontramos ciertos indicios estéticos del manga, pero es hasta entrado el siglo XX que conocemos al autor que le proporcionó al manga esos ojos de dimensiones tan particulares. Hago un paréntesis para comentar que aunque hoy en día el manga shōjo es típicamente desarrollado por mujeres, en sus orígenes era muy común encontrar varones escribiendo y dibujando para el género. El mismísimo Osamu Tezuka publicó en 1954 el primer manga shōjo de larga duración, Ribon No Kishi (La Princesa Caballero). Dicho lo anterior, continuemos.

Entre los años 20 y 30 del siglo pasado, el ilustrador y diseñador de modas Junichi Nakahara (1913-1983) ilustró portadas de diversas revistas para chicas. A lo largo de su carrera artística, Nakahara tomó la estética de las muñecas articuladas francesas, incluidos sus grandes y expresivos ojos, y la adaptó al contexto de Japón, creando una obra propia con personajes llamativos y completamente nacionales, por lo cual hoy en día se le conoce como el padre de la estética del manga shōjo.

 

La semilla había sido sembrada, y sólo restaba esperar unas décadas para que surgiera una de las características esenciales de los grandes ojos, y ya luego llegaría el refinamiento.

La ocupación estadounidense en Japón siguió dos años después del término de la Segunda Guerra Mundial, y en 1947 el dibujante Osamu Tezuka (1928-1989) y el escritor Shichima Sakai (1905-1969) publicaron el manga Shin Takarajima (La Nueva Isla del Tesoro) para la editorial Ikuei Shuppan. Desde ese momento el vanguardista y propositivo estilo narrativo de Tezuka persuadió a un sinnúmero de niños de convertirse en mangakas influidos también por su estética, la cual a su vez derivaba del enorme gusto del dibujante por las películas animadas de Disney y de los estudios Fleischer.

 

Ésa es una de las razones por las que se dice que los grandes ojos del manga provienen del diseño de personajes del estudio del ratón, lo cual es apenas un párrafo de la historia completa. En los años 50, en las páginas de la revista shōjo Hunko Honomaru, el autor Makoto Takahashi publicó varias historias en que colocó en los ojos de sus personajes un gran brillo en forma de estrella, algo nunca antes visto, convirtiéndose así en el creador de esa característica tan particular.

Fue en los años 70 cuando las míticas autoras del género Riyoko Ikeda, Moto Hagio, Keiko Takemiya y sus compañeras del afamado Grupo del 24 tomaron esas particularidades: el tamaño, la expresividad y los brillos, y los depuraron hasta dejar los ojos de los personajes en el estado estéticamente perfeccionado que se conoce hasta nuestros días.

 

Derribando el mito
Antes de continuar quiero hablar sobre el Yamato-damashii, el orgullo que sienten los japoneses por su identidad nacional, su pureza y su fuerza de espíritu. De él se desprende el concepto de la Yamato-nadeshiko, que se usa para referirse a los valores que caracterizan a la mujer japonesa ideal, entre los que se encuentran características físicas como tener el cabello negro, la piel blanca y unos bellos ojos oscuros y rasgados. Este orgullo japonés y su ideal de la mujer perfecta nos permite descartar por completo el supuesto trauma de tener ojos pequeños, y podemos desestimarlo como la razón para los ojos grandes en los personajes de manga.

La importancia comunicativa de los ojos grandes
Aunque el uso de ojos grandes en el manga podría tener razones meramente estéticas, analizando un poco las formas de comunicación de Japón encontramos que también tiene una profunda razón cultural. En la comunicación japonesa son muy importantes los momentos de silencio, lo que se conoce como Ishin-denshi, y se define por la frase ‘lo que la mente piense, el corazón lo transmite’. En esos momentos los interlocutores se compenetran de tal forma que las palabras dejan de ser necesarias, aunque la comunicación permanece y por supuesto esto adquiere gran importancia en el lenguaje romántico.

 

Si nos enfocamos en el lenguaje del manga, primero hay que recordar que en las tramas del shōjo es muy importante abordar el tema del romance, así que para desarrollar mangas de este tipo, donde los personajes necesitan desenvolverse de forma correcta, es indispensable emplear características que les permitan usar el lenguaje sin palabras, y esa es una razón más para el uso de unos grandes y expresivos ojos.

En ellos los mangakas han hallado el método ideal para que sus personajes transmitan emociones de una manera eficaz, logrando que sus lectores empaticen con ellos. Dada su efectividad, autores que desarrollan historias para géneros como el kodomo*, el shōnen**, el josei*** y el seinen****, toman esta característica estética y la utilizan dentro de sus historias, enriqueciéndolas de gran manera.

Por lo tanto, podemos concluir que los ojos grandes de los personajes del manga no sólo tienen una historia mucho más rica que la llana influencia estadounidense o un mítico trauma estético, sino que además tienen una razón comunicativa de enorme importancia para la cultura japonesa.

*Género dirigido a niños
**Género dirigido a chicos
***Género dirigido a mujeres
****Género dirigido a jóvenes adultos

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Author: Jorge “Gorka Olachea” Cervantes

Fundador y coordinador del extinto club de cómics GRAPHOfilos en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y del encuentro cultural universitario Arte9. Portadista, dibujante, diseñador y editor recurrente en la historieta independiente El Monito, fue colaborador en diversas secciones de la revista MAD México. Aficionado al cómic europeo, se desempeña profesionalmente como ilustrador, diseñador gráfico y coordinador de eventos.

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1 Comment

  1. Muy buen texto, sin complicaciones y directo al grano. Excelente trabajo de investigación. ¡Felicidades!

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