Por Jorge Tovalín y Luke Kyriacou. Publicado originalmente en Comikaze #6 (agosto de 2009).
Es bien sabido que la banda más grande de todos los tiempos ha cosechado millones de fans en las seis décadas pasadas, y que ha generado ganancias monetarias más allá de la imaginación del mismísimo Jack Kirby. Mucho se ha hablado de su legado musical, pero poco de sus incontables apariciones en el terreno del cómic.
Por ello, en esta ocasión te ofrecemos una breve selección de las historietas más valiosas, exóticas y raras que han contado con la presencia del cuarteto de Liverpool. Para realizar este artículo nos acercamos con Luke Kyriacou, coleccionista australiano de cómics, quien cuenta con más de 130 historietas que de alguna forma han rendido homenaje a los Fab Four. Aquí una selección de sus más interesantes rarezas:
Si bien resulta difícil saber cuál fue la primera aparición de Los Beatles en un cómic, una de las más antiguas tuvo lugar en Boy’s World, correspondiente a septiembre de 1963. Otra historieta primigenia de contenido beatle sería el ejemplar de enero de 1964 del cómic June, que presentó un calendario del grupo en la contraportada, así como dos páginas de fotografías.
Todo indica que la primera referencia a la banda en la portada de un cómic norteamericano se encuentra en Superman’s Pal Jimmy Olsen # 79, con el título The red-headed Beatle of 1,0000 B.C.! Publicado en septiembre de 1964, contó con portada del clásico maestro Curt Swan.
Por si se lo preguntaban, el ejemplar narra la aventura del joven fotógrafo durante un viaje accidental en el tiempo. Para ganar algo de plata (literalmente), Olsen toca música de Los Beatles con instrumentos primitivos, y fabrica pelucas de lana con el conocido corte de cabello del grupo en sus primeros años, desatando una auténtica beatlemanía en la antigüedad.
Según Kyriacou, existe la posibilidad de que el primer cómic autorizado por la banda británica fuese The Beatles Complete Life Stories #1, publicado por el sello Dell Comics en septiembre de 1964.
Este título es bastante difícil de encontrar en buenas condiciones, ya que contenía varios pósters desprendibles en su interior, por lo que las copias existentes usualmente están incompletas. De hecho, la edición de importación, cuya portada es casi idéntica a la original y sólo muestra una variación en el precio, es considerada la historieta más difícil de conseguir de Los Beatles, por lo que su costo estimado supera los 600 dólares.
Dentro de los ejemplares más buscados por los coleccionistas se encuentra My Little Margie #54, de 1964. ¿La razón? Simple, al estar catalogado como escaso, se calcula que no existen más de cien copias de este cómic en todo el mundo.
Publicado en 1978, Marvel Comics Super Special #4 (cuyo mítico primer número, por cierto, fue dedicado a la banda KISS, que mezcló su propia sangre en la tinta a utilizarse en la impresión) contó con guión de David Anthony Kraft y el arte conjunta de dos grandes: George Pérez y Klaus Janson.
Con el título The Beatles Story y apoyado por un slogan que indicaba que se trataba del Libro Definitivo No Autorizado de los Beatles, el interior narra los orígenes, desarrollo, ascenso y separación de la banda al más puro estilo del sello Marvel. Suficiente para ser codiciado por todos.
Uno de los casos más raros es precisamente el del Marvel Super Special #7, dibujado en 1978 por George Pérez (famoso por su labor en Wonder Woman y Avengers).
Este ejemplar, adaptación de la película musical Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, no se distribuyó en Estados Unidos y ni siquiera se encuentra enlistado en el Overstreet Comic Guide.
El cómic es tan difícil de conseguir, que el mismo Pérez ha dicho que se trata del Santo Grial de su trabajo en la industria, pues ni siquiera él mismo llegó a ver el cómic impreso.
La adaptación de Paul S. Newman a la película animada The Yellow Submarine, publicada en formato gigante por el sello Gold Key, contenía 68 páginas y un póster de colección. Sin duda fue la sensación comiquera de 1968 para los seguidores de John, George, Paul y Ringo.
Con portada del maestro Neal Adams, escrito por Frank Robbins y con dibujos interiores de Irv Nocvick y Dick Giordano, Batman # 222, publicado en junio de 1970, se cuece aparte.
La trama, que parodia de cierta forma los rumores sobre la supuesta muerte de Paul McCartney un año antes, presenta al Dúo Dinámico investigando al cantante Saul Cartwright (una especie de Macca), integrante de la banda The Twists, de quien los héroes sospechan se trata de un impostor.
El final de la historia ofrece una vuelta de tuerca fabulosa, pues Cartwright confiesa que lo que en verdad sucedió es que sus compañeros Glenna, Hal y Benji murieron en un accidente aéreo durante un viaje espiritual al Himalaya, por lo que, para no romper el corazón de los seguidores del grupo, contrató y entrenó a unos dobles para reemplazar a sus desaparecidos amigos.
Esto es apenas una mínima parte del camino recorrido por Los Beatles en el mundo de los cómics. Como fans, esperamos que sus luminosas y psicodélicas figuras sigan apareciendo en nuestras historietas durante los años venideros.
Bésame mucho: Beatles a la mexicana
A fines de los 80, Editorial Vid dedicó 29 números de la publicación biográfica semanal ¿Quién fue…? a narrar la vida de John Lennon, como propuesta del argumentista Hugo García Michel, quien más tarde sería el director de la revista musical La Mosca en la Pared.
El primer ejemplar dedicado al genio de los lentes redondos apareció el 23 de mayo de 1988, con el número 227 en la portada y un precio de quinientos pesos. Las cubiertas corrieron a cargo de Benjamín Orozco Jr., mientras que los interiores, en blanco y negro, fueron tarea de José Luis García.
La trama de la serie comenzaba con el mítico concierto de la azotea del sello Apple, narrando los problemas internos que vivía la banda en esa época, para retroceder después hasta 1956, época en que Lennon formaba parte de The Quarrymen.
Lamentablemente, esta historia retrospectiva vio su fin el 28 de noviembre del mismo año, debido a las bajas ventas que se registraban fuera de la capital del país (García Michel señalaría que en la Ciudad de México el cómic se movía muy bien). La historieta se quedó atorada justo en el momento en que Richard Starkey se unía a la banda bajo el nombre de Ringo Starr, en 1962.
La idea del equipo creativo era que, al momento de narrar la grabación del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967), la publicación cambiaría del blanco y negro al color, lo cual sonaba interesante.
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