Por Mario Torre Lemus Oranday. Entrevista publicada en Comikaze #7 (noviembre de 2009).
En un mundo jerárquico-político decadente, en Antes del Incal, donde el whisky y las homeoputas adquieren una relevancia especial, donde la clonación presidencial se vuelve un suceso de enajenación televisiva y el suicidio parece ser la única esperanza (si no es que antes alguien dispara a los cuerpos que se arrojan hacia el lago ácido), los sentimientos de John Difool hacia su padre, su madre y su amiga Tête de Biche (Cara de Cierva), logran conmover al lector. ¿Entendemos con ello algunas de las características del género cyberpunk?
Cuando escribí El Incal, no tenía la menor idea de lo que eran las características del género cyberpunk. Lo que sí conocía eran las características del mundo real en que vivía. Nunca he pertenecido a un partido político ni a una religión ni a un movimiento artístico (el Movimiento Pánico es sólo un nombre, nunca existió realmente). Odio las etiquetas.
¿De dónde surge la idea de convertir en héroe a John Difool, un tipo sencillo físicamente, bravo pero a la vez torpe y un tanto anónimo, que muchas veces ni él mismo conoce a dónde lo llevarán sus próximos viajes a través de las esferas y dimensiones?
Las personas que no cultivan un arte en forma profunda siempre preguntan al artista creador de dónde surge su obra. Eso no tiene repuesta. Es como preguntarle a un manzano de dónde le surgen sus manzanas. Así como John Difool no conoce donde lo llevarán sus próximos viajes, yo no conozco dónde me llevará mi imaginación. Las cosas para el artista no nacen en su cárcel racional sino en su ilimitado inconsciente. La mayor parte de mis imágenes las he recibido, cual una ofrenda, de las obscuridades de mi ser. Cuando leo o veo lo que he realizado me digo: “El que hizo esto no soy yo”.
Tomando en cuenta que la primera edición de El Incal Negro data de 1981, mismo año en que Vernor Vinge publicó su novela True Names, y que tres años más tarde William Gibson dio a conocer su novela Neuromancer ¿Consideras que hay algún punto en común entre tu trabajo y el de estos autores?
Perteneciendo todos los seres humanos al mismo momento histórico, a pesar de tener actividades y pensamientos a veces opuestos, tienen muchos puntos en común. Esto lo descubrió Lautreamont cuando habló del encuentro de una máquina de escribir con un paraguas sobre una mesa de operaciones quirúrgicas. Si en un terreno circunscrito pones cosas diferentes, por muy diferentes que sean darán un resultado común. Te confieso que aun no he leído ni a Vernor Vinge ni a William Gibson.
Hervé Fischer comenta en su libro Le Romantisme Numérique que los escritores románticos alemanes y franceses del siglo XIX eran una mezcla curiosa de sensibilidad estremecedora, de crítica intelectual y de angustia social. ¿Podríamos decir que es un esquema similar, pero sociotecnológico donde nace y se desarrolla Albino en Los Tecnopadres?
Bueno, si así lo dices. Y entrando en tu delirio intelectual, puedo admitir, sin haberlo pensado nunca, que es así como Albino se desarrolla.
¿Piensas que en un futuro cercano la raza humana sufrirá transformaciones antropomórficas, por medio de implantaciones neurocerebrales, que le permitirán ampliar su inteligencia y conectarse directamente a una computadora?
¿Por qué pensar que la computadora estará al exterior del cuerpo humano? En el futuro el ser humano creará un cuarto cerebro, distinto a los otros tres que ahora posee. Será un cerebro inmaterial que lo rodeará como un aura. Este cerebro no necesitará computadoras ya que él mismo será la computadora.
¿Vislumbras a Megalex (ciudad de control humano por medio de la clonación, las drogas y las implantaciones cerebrales) como una metrópolis tecnocapitalista del futuro?
Es el peligro de que Megalex se realice. Para allá vamos si continuamos soportando el mismo sistema macro-capitalista de hoy.
¿Has considerado a la nanotecnología como punto de partida o inspiración en tu trabajo?
Por supuesto, he integrado las nanotecnologías en la serie de Los Tecnopadres.
En Después del Incal tratas temas como el término de la materia biológica y el comienzo de los seres protominerales. ¿Ves en ello un posible panorama de la especie humana?
Se me hace evidente que la vida cósmica terminará reuniendo los reinos animal, vegetal y mineral para al final disolverlos en un universo diferente, inmaterial. No es que la materia biológica vaya a terminar: se unirá a las otras materias.
¿Podrías comentarme tus experiencias y enriquecimiento profesional al trabajar con Moebius, Janjetov, Giménez, Arno, Bess y Fred Beltran?
Largo de responder. Siempre ha sido, con cada uno de ellos, una colaboración feliz, pacífica, sin escollos. Nos hemos enriquecido mutuamente. Debes agregar a la lista de dibujantes que me das, a Milo Manara, Travis Charest, Das Pastoras, François Boucq y otros más como Omar Ladronn. El cómic es un arte tan noble como la literatura o el cine.
¿Crees que en un futuro, los seres humanos seremos mitad hombre, mitad cyborgs, y que las máquinas serán programadas con sentimientos humanos?
En el futuro no habrá hombres por un lado y máquinas por otro. Ni vegetales separados. El nuevo ser será complejo y con sentimientos (si aún se les podrá llamar sentimientos) muy superiores a lo humano. A veces creo que flotaremos en el cosmos como inmensas medusas.
¿Qué puntos en común puedes considerar entre tu trabajo y el de las películas Blade Runner, Minority Report y The Matrix?
Todas estas películas, aunque sus realizadores no estén conscientes de ello, descienden de mi proyecto de film Dune, donde organicé el equipo que cambió el estilo de los films de ciencia ficción. Sin ninguna vanidad ni egocentrismo, reconozco que soy el ancestro fundador.
*Realizada el 3 de diciembre de 2003 en la ciudad de Quebec, Canadá, esta entrevista formó parte de Cyberpunk: La cosmovisión futurista de las interfaces en el Internet, tesis de maestría de Mario Torres Lemus, quien la compartió con los lectores de Comikaze.
Nuestro colaborador
Diseñador gráfico por la UAM, tiene estudios en Historia del Arte por La Sorbona de París y la Universidad Iberoamericana, así como de multimedia por la Universidad Laval, en Quebec. En 2009 fue finalista del Festival Internacional de Cine Expresión en Corto, por el guión del El Águila y la Serpiente, animación que contó con el arte de figuras como Mario Guevara e Iván Santillán.
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