La sobreexplotación de Watchmen

Por Eduardo Cruz Maldonado

 

En la última década DC Comics decidió romper una de sus reglas “no escritas” más importantes. Durante mucho tiempo la editorial propiedad de Time-Warner evitó crear contenido nuevo o utilizar de cualquier manera a los personajes creados por Alan Moore y Dave Gibbons. Con excepción de imágenes promocionales, reediciones de la obra clásica y veladas menciones en algunas historias, para bien o para mal Watchmen no había sido tocada.

 

La aparición en 1986 de la maxiserie de doce números supuso un cambio radical en la manera en que podían contarse las historias de super héroes. Al no poder utilizar a los héroes de Charlton Comics que ahora pertenecían a DC, Moore decidió crear a nuevos y más complejos personajes. Estas creaciones fueron situadas en un mundo crudo que reflejaba fielmente las aspiraciones y el lúgubre estado de ánimo que en aquellos años prevalecía en el mundo.

Con una historia innovadora y una narrativa brutal para la época, Watchmen se convirtió en un clásico instantáneo para los lectores de cómic alrededor del planeta. A pesar del éxito obtenido, es bien sabido que el escritor británico no es adepto a revisitar sus obras, y en ocasiones incluso ha cuestionado la decisión de haberlas escrito.

Sin embargo, con la maxiserie aún fresca, el autor manifestó cierto interés por ahondar en las historias de los Minutemen (antecesores de los vigilantes), aunque nunca concretó proyecto alguno. Y la categoría de “santo grial” que algunos lectores otorgaron a la ahora novela gráfica se convirtió en otra gran limitante a la hora de proponer nuevo material en ese mundo.

Watchmen de Zack Snyder

Tras algunos intentos casi ocultos de llevar la obra de Moore y Gibbons a la gran pantalla, en 2009 se estrenó la cinta homónima con el solitario aval de Dave Gibbons. Dirigida por el entonces incipiente Zack Snyder, que venía de dirigir cintas como Dawn of the Dead y la aclamada 300, la adaptación recibió el beneficio de la duda por parte del público casual. Pero los lectores de cómics, sobre todo los más puristas, criticaron de inmediato la decisión de realizarla.

Estrenada el 23 de febrero, la película retrataba magistralmente las viñetas con una calidad visual poco usual para el género en esa época. El director no se complicó de más y utilizó la novela gráfica casi como un storyboard, lo que le permitió emular escenas icónicas casi al pie de la letra. La apariencia de los personajes fue modificada para ajustarse al cine de superhéroes con trajes más atractivos a la vista y hasta cierto punto más funcionales, con excepción del Dr. Manhattan, por razones más que obvias.

Es posiblemente que la aportación visual más destacada de la cinta sea la secuencia de apertura, situada justo después de la escena detonante de la trama. En este montaje, acompañado por la clásica melodía The Times They Are A Changin’, de Bob Dylan, podemos ver un rápido repaso a la historia de los Minutemen, desde su origen y pasando por su época de gloria hasta su decadencia. Por otro lado, el aspecto más controvertido resultó ser la revelación final, el Deus ex Machina que caracteriza a la obra de Moore.

 

En el cómic, Adrian Veidt había decidido que la mejor forma de terminar con la guerra fría era arrojar un molusco gigante sobre la ciudad de Nueva York, acabando con miles de vidas y haciendo que la paranoia uniera al mundo en un solo frente. Por su parte, Snyder descartó esa opción y en la película el plan de Ozymandias consistía bombardear la gran manzana y otras ciudades del orbe con poder nuclear para así unir al mundo en contra del casi omnisciente Dr. Manhattan.

Protagonizada por Carla Gugino (Spy Kids), Matthew Goode (Downtown Abbey), Malin Ackerman (The Proposal), Jackie Early Haley (Nightmare on Elm Street), Jeffrey Dean Morgan (Batman v Superman), Billy Crudup (Justice League) y Patrick Wilson (Aquaman), Watchmen pertenece al grupo de controversiales obras del combo Zack Snyder/DC. Amada por algunos por su fidelidad estética al cómic, y odiada por otros por atreverse a trastocar una obra de culto.

Before Watchmen

Historias como las de los Minutemen, la participación del Comediante en la guerra de Vietnam, o el periodo de lucha contra el crimen de Rorschach junto a Nite Owl, estuvieron siempre en el imaginario editorial. Como ya mencioné, DC siempre tuvo interés en contar esas historias y en más de una ocasión contactó a Alan Moore con una oferta para que esto se realizara.

 

Finalmente, en 2012, apenas un año después de que la editorial apostara en grande con un relanzamiento masivo de su línea bajo la iniciativa conocida como The New 52, Dan Didio y Jim Lee, los co-publishers de DC Comics, anunciaron siete miniseries precuelas a Watchmen, además de un one shot y una historia complementaria, sin participación alguna de Moore, pero con la promesa de que todas se ajustarían a la visión y calidad propuestas por los autores originales.

Rorschach, Doctor Manhattan, Nite Owl, Silk Specter, Ozymandias, The Comedian y The Minutemen fueron las miniseries lanzadas bajo el sello Before Watchmen, acompañadas por el número único de Dollar Bill. La historia complementaria, titulada Tales of the Crimson Corsair, corrió como historia secundaria a lo largo de todas las miniseries.

El proyecto fue recibido con opiniones divididas. Por una parte, quienes gustaron de los grandes talentos involucrados en la parte creativa no cuestionaron demasiado la pertinencia de estos cómics y los disfrutaron bastante. Por otro lado, los lectores más aficionados a la obra de Alan Moore y otros tantos cuestionaron los motivos tras la iniciativa, tildándola de oportunista y de un intento desesperado por ganar dinero ante la poca relevancia que el Universo DC tenía en esos momento.

 

Con la participación de Darwyn Cooke, Amanda Conner, Brian Azzarello, J.G. Jones, Len Wein, Jae Lee, J. Michael Strackzynski, Lee Bermejo, Adam Hughes, Steve Rude, Eduardo Risso, Andy Kubert, Joe Kubert y Jim Lee, las miniseries de Before Watchmen resultan un montón de curiosidades útiles para conocer un poco más de cada personaje de la icónica Watchmen. Sin embargo, no son, ni por relevancia ni como propuesta, tan importantes como la obra que las inspiró.

El renacimiento y el reloj del juicio final

Tras una serie de teasers que anticipaban un reinicio más en la continuidad de los cómics de DC, en 2016 la editorial lanzó la iniciativa Rebirth. Esta nueva etapa refrescaría la propuesta creativa al abandonar conceptos de los The New 52 que nunca se arraigaron en los lectores. De igual forma, se buscaba retomar los elementos más característicos de los personajes e historias para devolverles parte de la esencia que un gran sector del público estaba buscando.

Se lanzó un número especial que conjuntaba golpes argumentales de la magnitud del regreso del Superman de la continuidad pre-Flashpoint o la restitución del aspecto visual (y, en algunos casos, a las personalidades) de antaño de muchos personajes, con dos tramas que dieron pie a gran parte del futuro editorial: el regreso de Wally West, el segundo Flash, con sus recuerdos del universo anterior intactos, y al establecimiento de una fuerza mayor, un ente misterioso responsable de los cambios tras el desastre temporal conocido como Flashpoint.

 

Dada la apariencia estética aplicada a este misterioso emisor de energía, no era difícil relacionarlo con el Doctor Manhattan de Watchmen quien además, por coincidencia, en su última aparición en dicha historia se había autoexiliado de la Tierra. Eran noticias inmensas que provocaron toda clase de reacciones entre los fans de la editorial: DC por fin había decidido introducir a los personajes creados por Alan Moore y Dave Gibbons a la continuidad regular de su universo de superhéroes.

Ya antes se había especulado sobre la posible integración del universo de los vigilantes al multiverso habitado por la Liga de la Justicia, e incluso en la serie semanal Countdown, previa a los eventos de la Final Crisis de 2009 se manejaba la posibilidad de su revelación como otra tierra alterna. Pero la aparición de dichos personajes no se dio. Y es por ello que los lectores sentían curiosidad por saber si en verdad sucedería en este renacimiento.

Así pues, partiendo con el especial Rebirth, donde Batman encuentra en la baticueva el famoso botón smiley manchado de sangre, aparecieron pequeños guiños en distintos títulos que presagiaban la llegada de los vigilantes. Fue hasta el número 21 de Batman que la trama dio paso al crossover de cuatro números The Button, que también involucraba a la serie de Flash.

 

En esta historia ambos héroes buscaron respuestas, visitaron el decadente universo Flashpoint y se encontraron con Eobard Thawne, quien fue asesinado (otra vez) por alguien a quien él mismo calificó como un dios. Las expectativas tampoco se cumplieron en esta ocasión, pues no se mostró a cuadro el misterioso personaje a quien todos ya ubicaban como el alter ego de Jonathan Osterman. Pero las pistas seguían apareciendo en otros títulos.

En las historias de Superman, el enigmático observador Mr. Oz., a quien muchos ya relacionaban con Ozymandias, se reveló como una versión atormentada de Jor-El, el padre biológico del Hombre de Acero. Pero esto no fue una contrariedad total, ya que este mismo personaje atribuyó la destrucción de Krypton y algunas otras catástrofes al misterioso ser de energía ilimitada. Todo seguía siendo un misterio, salvo por golpes publicitarios que habían aparecido de vez en cuando.

Por fin, en 2017, se anunció oficialmente la serie que sería, al mismo tiempo, una secuela a Watchmen y un crossover entre sus personajes y los del universo DC. Doomsday Clock retomó el formato de la maxiserie original de doce números, en los que explicaría qué sucedió con el mundo de los vigilantes tras la aparición de los moluscos invasores, el paradero actual del Doctor Manhattan y por último, la influencia que éste tuvo en la formación del multiverso regular de los superhéroes.

 

La nueva maxiserie, escrita por Geoff Johns, creativo insignia de la compañía, e ilustrada por Gary Frank, artista exclusivo de DC, fue planeada como una serie mensual que luego se volvió bimestral, pero al final requirió más de dos años para completarse, y trajo consigo momentos de impacto, como el encuentro de algunos vigilantes de Watchmen con héroes y villanos del universo DC. También aparecieron en esta propuesta personajes como Mime y Marionette, creados específicamente para este cómic.

El tema central de Doomsday Clock fue el enfrentamiento entre Superman y Doctor Manhattan en medio de una crisis de credibilidad de los héroes, un conflicto internacional, y la revelación del paradero de la Sociedad de la Justicia de América y la Legión de Superhéroes. La confrontación se dio justo al final, creando expectativas imposibles de cumplir y presentando todo menos una pelea. El espíritu de los personajes de DC prevaleció al final, pero no hubo respuestas.

Tras el decepcionante choque entre los emblemas de dos franquicias, la resolución fue sencilla e incluso dejó pistas para más historias en el futuro. Viendo este final y algunas pistas del otro lado de la acera editorial. ¿Se vendrá un nuevo crossover entre Marvel y DC?

 

La serie de HBO

Por si no fuera suficiente con todo lo antes mencionado, Warner Brothers anunció la realización de una serie de televisión situada en el universo de Watchmen, misma que sería emitida a través de su canal de televisión de paga HBO. Esta producción no se ubicaría en el mismo universo creado por Zack Snyder en la película de 2009, sino que sería una secuela directa a los eventos narrados en el cómic original.

Producida por Damon Lindelof (Lost) y protagonizada por la ganadora del Oscar Regina King, la trama de la serie gira en torno al pueblo de Tulsa, Oklahoma, y la historia de una familia afroamericana originaria del lugar. Los acontecimientos revelan una conexión entre estos personajes aparentemente aislados y los miembros del equipo de vigilantes, algo que pocos espectadores vieron venir y que menos aún aceptaron sin dudar.

Con una notable calidad visual y narrativa, es en el guion donde algunos fanáticos del cómic encontraron grandes problemas para aceptar la serie. Sin embargo, aquí pudimos ver el regreso de Laurie Jupiter (ahora Laurie Blake), Adrian Veidt, y el controversial retorno del Doctor Manhattan, quien en realidad nunca se fue. También se integraron nuevos personajes como Looking Glass, Sister Night y Lady Treu.

 

La serie no es mala como producto unitario, pero resulta sumamente controversial como secuela de Watchmen. Hace evolucionar a los personajes hasta puntos a los cuales tal vez Moore nunca hubiera querido que llegaran y propone nuevos caminos para algunos cabos sueltos. A pesar de gozar un éxito moderado, no existen planes para continuar con una segunda temporada ya que el creador y  los protagonistas no están interesados.

 

Seguiremos vigilando a los vigilantes por mucho tiempo más

A pesar de que la serie no continuará y que la cinta de 2009 no vislumbra secuela alguna, el universo Watchmen seguirá dando muchos productos de entretenimiento en los próximos años e incluso durante este mismo 2020. DC Comics anunció el título que ofrecerá durante el Free Comic Book Day, y en portada vemos a Wally West, el Flash desplazado temporalmente y cuya crisis de identidad lo ha llevado a lugares oscuros, como portador del poder de Doctor Manhattan.

Esta nueva propuesta lleva por nombre Generation Zero y verá al hombre más veloz del mundo iniciar un nuevo trayecto en su accidentada carrera. El inicio de esto pudo leerse en la recién terminada miniserie Flash Forward, donde Wally por fin encuentra lo que está buscando y se hace acreedor de la silla de Mobius que Metron dejara libre tras su deceso en Darkseid War.

 

El mensaje enviado por DC Comics es bastante claro. Su plan es utilizar de forma indiscriminada al mundo y personajes de Watchmen, aún si eso hace que Alan Moore arda de coraje cada vez que se realice un nuevo anuncio.

Puede que el futuro sea brillante para DC con esta nueva y arriesgada apuesta, pero también cabe la posibilidad de que decepcione a más de uno al intrincar demasiado una trama que no es precisamente fácil de digerir.

Bienvenido sea todo el contenido de Watchmen mientras sea de calidad, que al fin y al cabo es propiedad de DC. Ya la valoración será individual, y no se le auguran demasiados halagos en ese sentido. Que todo sea por el bien de los lectores.

Author: Eduardo Cruz Maldonado

Licenciado en Comunicación y maestro de inglés,  es aficionado a los cómics desde los años 90 y fanático declarado de Superman. Escritor de historias que nadie ha leído, cantante frustrado de covers y el peor jugador de Xbox que puedas encontrar. Consumidor de teorías de conspiración divertidas, series de televisión y cine comercial. Cree en verdad que un hombre puede volar. 

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