Entrevistas en cuarentena: Whilce Portacio

Por Filippo Marzo

 

En esta ocasión les compartimos una entrevista con el dibujante Whilce Portacio, cocreador de Bishop y cofundador de Image Comics en 1992, editorial para la que creó y dibujó Wetworks. Otros de sus trabajos más conocidos se dieron en las páginas de The Punisher War Journal, X-Factor, Uncanny X-Men y Spawn. Puedes ver la versión en video de esta entrevista haciendo clic aquí.

Antes que nada quiero preguntarte ¿cómo estás pasando la cuarentena?

Je. Es un poco como el chiste que circula por internet. Para mí, debido a la forma en que trabajo, en casa, no es tan diferente, es casi lo mismo. Lo único bueno es que mis hijos están todos aquí, regresaron de la Universidad, así que tenemos largas noches de películas y conversaciones, y lo estoy disfrutando.

¿Hay algún personaje que quisieras haber dibujado y no lo hayas hecho todavía? Si es así, ¿cuál es?

Mi personaje favorito de toda la vida es Silver Surfer. Me interesé en el arte gracias a libros de arte de ciencia ficción, por toda esa imaginación. Leía estas novelas sobre mundos locos en el espacio y tiempo, y quería dibujarlos, así empecé a dibujar. Cuanto comencé en los cómics, los superhéroes no eran mi primera opción, pues yo quería dibujar a personajes como Deathlok y Silver Surfer, de historias de ciencia ficción. Para mi mala fortuna nunca se dio, pero aún queda tiempo para hacerlo.

 

Le pedimos preguntas a tus fans, y tenemos una de Jesús Cuevas, que quiere saber si has pensado en lanzar una edición especial recopilando Wetworks o si tienes planes para hacer algo más con esa serie.

Me encantaría, todavía tengo muchas historias que contar con esos personajes, pero por desgracia hay cuestiones legales con todo Wildstorm, ya que ahora pertenecen a DC, una compañía de Warner. Se trata de algo muy interesante para mí porque mi padre estuvo en la marina, así que soy un niño de la marina. Crecí alrededor de todo eso y el ejército siempre me fascinó, y como ya comenté, mis raíces están en la ciencia ficción, así que cuando me pidieron ser parte de Image y crear mi propio título, era obvio que sería una historia de ciencia ficción militar.

Encuentro interesante que haya franquicias como Aliens y Halo, de ciencia ficción militar y a las que les va muy bien, y a pesar de ello no sea un género que se use de forma consistente, y hay una parte de mí que lo lamenta. Técnicamente no puedo sólo nada más tomar a Wetworks y ponerme a trabajar en ellos, así que en los últimos años he estado pensando en otro equipo, otro concepto que me permita satisfacer mis inquietudes en los géneros militar y de ciencia ficción, sobre todo porque hay historias que no pudimos contar.

Wetworks era un equipo militar con un giro de ciencia ficción, con estas armaduras simbiontes de metal líquido. En realidad se trataba de científicos que experimentaban con el ADN de los personajes. Dozer era un fisicoculturista, y sus músculos crecían exponencialmente; Grail era un artista marcial que se unió al ejército para ser parte de la Fuerza, por así decirlo, pues quería ser uno con el chi. Para usar mis propios términos, llegamos al punto en que los científicos locos estaban alterando al equipo, pero nunca alcanzamos el desenlace. Tenía historias individuales en que veríamos a dónde iban a parar estos personajes según lo que habíamos planeado. Así que estoy tratando de crear algo que me permita usar esas historias.

 

La siguiente pregunta es de otro fan, Mark Woodward, que quiere saber ¿con qué compañía disfrutas más trabajar, Marvel o Image? ¿y por qué?

Ja ja ja, sabes, esto es un poco como tu primera cita, tu primera novia. Crecí con muchos de los personajes de Marvel, así que cuando empecé a trabajar a Marvel, como cualquier otro fan que se convierte en creador o artista, tienes en la cabeza todas estas ideas de lo que quieres hacer con los personajes, y tuve la extraordinaria fortuna de unirme a la familia de los X-Men y después crear mi propio X-Men con Bishop, y esa fue una gran época.

Pero debo decir que hay un contraste interesante entre trabajar en Marvel o DC en esa época, los 80 e inicios de los 90, a lo que es ahora. Cuando trabajaba en X-Men, cada mes vendíamos como base y de forma regular alrededor de 400,000 copias de sus cómics, así que en lo que se refiere a publicar, teníamos bastantes seguidores, sobre todo si lo comparas con los números de ahora, pero la sociedad en general y el resto del mundo sabían muy poco sobre cómics y superhéroes. Mi punto es que hacíamos dinero y teníamos éxito con lo que publicábamos, pero el mundo en realidad no nos ponía atención.

Por eso se daban cosas como que a un artista con apenas dos años de experiencia, como yo entonces con los X-Men, le pidieran crear su propio personaje. Una vez que demostrabas que podías hacer el trabajo a tiempo, que eras capaz de hablar con la audiencia, los editores te daban mucha libertad, nos permitían hacer muchas cosas. Muchas de las historias que hicimos en X-Men eran las que yo quería hacer, historias que Jim quería hacer, que nuestro director quería hacer. Teníamos mucha libertad.

 

Por ejemplo, si lo recuerdas, en ese entonces a muchos de los artistas exitosos les daban libertad de cambiar los trajes al llegar a un nuevo título, lo cual ya no sucede hoy día. Ahora tienes números de ventas mucho más bajos que antes, pero todo el mundo conoce los superhéroes. Mi abuela me trae cómics para que se los firme a sus amigos, porque todos conocen los cómics. Hay personajes que para la industria valen miles de millones de dólares, así que si quieres cambiar el rizo de cabello en forma de ‘s’ de Superman de un lado a otro, todos actúan como si les fuera a costar 200 millones de dólares.

En comparación a lo que era en aquel entonces, hay muy poca libertad creativa. Y para responder a tu pregunta luego de todo este rodeo, esos tiempos de Marvel fueron fantásticos debido a esa libertad que teníamos. Así que cuando los siete creamos Image Comics, era justo como lo que hacíamos en X-Men, estábamos acostumbrados a esa libertad y quisimos conservarla. En ese sentido, Marvel sería como mi primera novia y siempre tendrá un lugar especial en mi corazón porque fue donde tuve por primera vez esa libertad, y fue ahí que aprendí a hablar con mi audiencia. 

 

¿Nos puedes hablar un poco de tus proyectos presentes y futuros? ¿hay algo que no sea confidencial y nos puedas mostrar?

En realidad ahora trabajo en un proyecto personal. Nací en Filipinas pero cuando tenía dos años me mudé a Estados Unidos y he estado aquí desde entonces. Tengo 56 años, así que vivo aquí desde hace 54 años. Mi punto es que me crié como estadounidense más que como filipino, pero en los últimos 20 años he estado yendo y viniendo a Filipinas y ahora tengo muchos amigos y contactos ahí. Y mientras más conozco sobre mi cultura, entre más aprendo acerca de la historia de mi pueblo, más me convenzo de algo. Quiero que mi siguiente cómic sea algo centrado en Filipinas.

Debido a que no crecí en Filipinas y a causa de que mis más de 30 años de experiencia en cómics tienen que ver con superhéroes estadounidenses, con cómo crearlos, mantenerlos, encontrar una audiencia, quiero hacer un héroe filipino en una historia que hable sobre los filipinos y la sociedad filipina. Con mi experiencia puedo hacer la estructura, el diseño, el mundo, pero por mucho tiempo fue algo que no podía escribir porque no crecí allá. Es decir, si quiero crear un héroe filipino, debe tratarse de uno que conecte directamente con una audiencia filipina, porque si no dice y hace las pequeñas cosas que lo hacen filipino, sólo sería un trabajo más como artista.

No puedo hacer algo sólo porque haya gente que quiere verlo, como en Marvel o en Wetworks. Es decir, con Wetworks, en Image querían hacer algo de corte militar, y eso es quien yo era en ese entonces. Pero ahora conecté con otro artista filipino que en esencia es uno de los grandes historiadores de las artes marciales, tribales y la historia filipina en general. Ahora estamos en proceso de tomar nuestras ideas y pensamientos sobre la sociedad filipina, pero como ambos fuimos criados en Estados Unidos, queremos hacer algo que muestre el contaste entre los superhéroes estadounidenses y los filipinos.

 

La premisa básica es, si un filipino se convirtiera en superhéroe ¿cómo reaccionaría a ese cambio? ¿qué haría con ese poder?. Es interesante la posición en la que estamos, porque puedes ver la reacción de las noticias en Estados Unidos a esta nueva realidad, y si puedes ver la televisión filipina ahí ves la reacción de los filipinos a esto, igual que la reacción de italianos, franceses, japoneses, etcétera. Todos tienen diferencias, y se trata de diferencias culturales, lo cual es muy interesante.

Con mi compañero Rafael, hemos hablado sobre este proyecto desde hace 10 años, y es hasta ahora que por fin, debido a esta situación, nos han quedado más claras las diferencias entre lo que identificamos como las filosofías occidental y oriental, con lo bueno y lo malo. Si en verdad vas a escribir una buena historia, debe incluir lo bueno y lo malo, porque si sólo escribes lo malo, te estas quejando, y si sólo escribes lo bueno, estas fantaseando, así que tienes que escribir ambas partes. Esta nueva historia va a integrar todo lo que quiero decir, y debido a esta situación y a mi entrenamiento, será a través de Image.

El héroe es básicamente alguien que trabaja al frente, en la primera línea. En el estilo americano tendríamos rayos gama y equipos robótico-cibernéticos, y cosas como esas. Pero la idea del poder en la filosofía oriental siempre ha sido más espiritual, y en Filipinas, o en varias partes de Asia, hay algo llamado “el tercer ojo”, que es un modo de ver el plano espiritual. Hay historias en que este ojo sirve para ver demonios, fantasmas, almas y cosas así, y lo que estamos haciendo es usar eso como la base del poder para que él pueda ver lo bueno en nosotros y lo malo que nos quiere destruir.

 

Por ejemplo, desde una perspectiva occidental, si hay un anciano que se queja de todo y le grita a todo mundo, mi lado americano sentiría algo de agresión o enojo. ¿Por qué está molesto conmigo?, y ése es el punto de vista americano. Pero el punto de vista filipino es que esa persona debe haber sido herida en su vida pasada y es algo que no se ha atendido, tenemos que ver al interior, y eso es lo que hará mi héroe. Disculpa que ocupe tanto tiempo con esto, pero es que cuando te involucras con un proyecto como éste, se vuelve una musa y debes perseguirla. 

¡Suena muy interesante! Una última pregunta. ¿Conoces a algún artista de cómics italiano? Si es así, a quién?

Simone Bianchi, siempre me invita a su villa. Creo entender que vive en el campo o algo así, y siempre habla sobre su casa. Mi hija más pequeña está enamorada de Italia, y quiere ir algún día. ¿Simone Legno es italiano? Es un buen amigo a quien conocí hace mucho en Filipinas, porque él va todo el tiempo y es común encontrarlo por allá. 

Author: Filippo Marzo

Nació en 1975 en Palermo, Italia. Gran fanático de los dibujos animados y los cómics desde muy joven, de Mickey Mouse a Sturmtruppen y hasta Beetle Bailey. Al crecer, sus gustos se trasladaron a superhéroes y la unión duró muchos años. Colaborador en fanzines locales, páginas de fans y sitios con contenido de cine, otra de sus pasiones. Pequeño coleccionista de obras originales y comisario de dos exposiciones de bocetos de artistas de cómics en los 90, cambió sus intereses hacia cómics maduros y de contenidos artístico extrafino, con un ojo puesto en editoriales independientes, como Eclipse, Tundra, Fantagraphics, Dark Horse y, por supuesto, Vertigo. Seguidor y coleccionista de Bill Sienkiewicz, Mike Mignola, Jon J Muth y John Byrne. Durante algún tiempo, reportero y corresponsal del extranjero sobre convenciones de comics en México y los Estados Unidos. Creador y curador del canal de YouTube Comics Reporter. https://www.youtube.com/channel/UC5-5wS5bRw2_YgdyCGoMohg

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