Por Luis Carreón
Si tras leer el título pensaste en un perro, vuelve a intentarlo. Si aún no das con la respuesta, déjame ayudarte. Bueno, no, deja que te ayude Arturo Kemchs. Y es que según este pintamonos, como él mismo se denomina, en este nuevo siglo el mejor amigo del hombre no es otro que un pedacito de látex. Así es, el mejor amigo del hombre, y de la mujer también, es el condón.
El humor no sólo sirve para hacer reír, sino también para hacer pensar, dice Kemchs. Y su libro es justo para eso, se trata de una entretenida reflexión en que el autor nos acerca a temas que desde siempre y hasta la actualidad siguen siendo tabú: la sexualidad y sus riesgos. Por medio del humor, el autor nos da cátedra del condón, con datos sobre su origen, elaboración, función, uso, estadísticas del mundo, y un sinnúmero de datos relevantes y reveladores, todo ello con el uso de la caricatura o de los monos, como cariñosa y coloquialmente los llama.
Arturo Kemchs ha sido galardonado seis veces con el Premio Nacional de Periodismo, es autor de diversos libros que tocan el tema del sexo, ha trabajado en diversos diarios nacionales como El Universal, El Heraldo, y Ovaciones, y su arte ha ganado fama internacional. En sus libros, que son ya más de treinta, ha tocado también temas como la ecología, el tabaquismo y la paz mundial.
Y es que así de diverso y plural es el mundo de la narrativa gráfica, que nos permite tener un trabajo de esta índole. El mejor amigo del hombre, la historia del condón (Editorial Cartón, 2004) no es exactamente un cómic, ni una novela. Es más bien un manual que busca crear conciencia sobre el uso del condón y sus bondades.
Como dice el libro, el condón se sigue dejando a un lado. Entre parejas estables, como el matrimonio, muchas veces es visto como un símbolo de infidelidad o desconfianza. Por otro lado, las parejas jóvenes prefieren otros métodos, pero solo con fines anticonceptivos y sin pensar en las ETS (enfermedades de transmisión sexual). Estas parejas aún se excusan en frases cliché como “no se siente igual” o “yo confió en mi pareja” y la tristemente célebre “por una vez que no use condón no va pasar nada”, con lo que nos ponen en riesgo.
Pensemos que en esta historia nosotros somos los protagonistas y las ETS son los antagonistas, no que a nosotros no nos puede pasar. Enfermedades que en otro tiempo azotaron a la humanidad como la sífilis y gonorrea, hoy siguen vigentes, además de que en la actualidad se les han sumado otras como el papiloma humano o el mucho más temido SIDA.
Aunque el objetivo principal del libro es informar, el humor salta en cada página y es inevitable no soltar más de una carcajada. El ritmo es fluido y muy digerible, así que podemos decir que ahora sí te lo puedes echar de una sentada, pero puedes repetirlo varias veces y como te acomodes, ya sea que leas primero los cartones de las caricaturas y después el texto, o al revés, o todo junto, como más te guste.
Nunca imaginamos que iniciaríamos el siglo XXI con los penes enmicados, dice Kemchs, pero en estos tiempos de temor, enfermedades y pandemias, es mejor la información real y la prevención, quitarle el mote de prohibido al condón, ya sea al referirse a su uso o a su sola mención, y aprender a asociarlo más con la vida y la libertad.
Debo decir que esta obra debería ser material de apoyo en las escuelas para tratar temas de educación sexual, y que siempre que exista la oportunidad deberíamos contribuir a difundirlo. Compartamos esta información con los jóvenes en nuestros hogares, o por qué no, también con los adultos.