Por Luis Maggi
Parte del tándem que Mike Mignola me firmó amablemente en la pasada San Diego Comic Con es esta novela gráfica, una oda a las películas de antaño en las que los ídolos del pancracio mexicano salían del ring para enfrentarse a los villanos más eclécticos, situados no sólo en el presente o en la Tierra, sino en en otras épocas o incluso en otros planetas. Sobra decir que Santo y Blue Demon son los luchadores más emblemáticos de esos tiempos y que nos han dejado marcados a más de uno.
Recuerdo gratamente haber visto prácticamente todas las películas habidas y por haber de este dúo, las cuales compartí en Cortázar, Guanajauato con mi primo Diego y mi tío Gerardo, lo que me dejó grandes momentos. Creo que eso derivó en que me volviera aficionado a las luchas durante muchos años, tanto la mexicana (CMLL y un poco de la AAA) como la americana (WWF y WCW hasta su fusión y el retiro del gran Hulk Hogan).
No es común ver una historia de Hellboy tan larga y bien construida como esta, ya que estamos acostumbrados a que en los inicios del personaje sus historias eran cortas y en cierta medida autocontenidas. La combinación que Mignola hace con Richard Corben, a quien muchos conocimos por la portada del famoso disco de Meat Loaf Bat out of Hell, así como por su trabajo en la revista Heavy Metal y diversos cómics como The Punisher, Cage o el mismo Hellboy, hacen de las historias de nuestro demonio rojo un deleite.
La historia de House of the Living Dead consiste en la remembranza del malhumorado héroe acerca de su paso por México en los años cincuenta, cuando convivió con tres hermanos luchadores con los que unió fuerzas para enfrentar a diversos monstruos y seres mitológicos hasta que la inescapable tragedia los alcanzó y cobró vidas al inusual equipo. A partir de ese momento, de manera casi secuencial, en un pequeño pueblo y sus alrededores, Hellboy enfrentará a una galería de villanos digna del Enmascarado de Plata: hombres lobo, el monstruo de Frankenstein, Drácula e incluso mujeres vampiro, todo en una sola entrega.
De los varios tomos del personaje que he leído hasta el momento, este representa sin duda una de las mejores opciones para los fanáticos de Hellboy, ya sea de sus cómics o de sus películas, con la ventaja de que disfrutarán una historia autocontenida con un arte de primera y un muy buen guion.