Por Jorge Tovalín
Ver bajo un mismo título a dos personajes clásicos de la cultura pop con la jerarquía de El Llanero Solitario y El Zorro es algo que de seguro muchos querríamos presenciar, pues ambos pertenecen a la realeza de los justicieros enmascarados y de una u otra forma han sido parte de la infancia de millones de personas durante prácticamente un siglo. Sin embargo, estos iconos pertenecen a periodos históricos distintos, lo que de entrada complica la tarea para cualquier creativo interesado en abordar el reto.
Fue así que Nick Barrucci, dueño del sello Dynamite Entertainment, le propuso al escritor y entintador Ande Parks la idea de cruzar por primera vez los caminos de John Reid y Don Diego de la Vega en la miniserie de cinco números The Lone Ranger & Zorro: Death of Zorro (2011), aprovechando que su empresa poseía los derechos para producir comics de ambos, luego de que una gran variedad de editoriales publicaran sus aventuras desde mediados del siglo pasado.
¿De qué va este crossover?
Es 1870, y un sexagenario Don Diego de la Vega ha colgado el manto de El Zorro desde hace varios años, por lo que vive tranquilo en su hacienda de California con su bella esposa. En las cercanías se encuentra una antigua misión católica, habitada por miembros de la tribu indígena chumash, quienes viven ahí desde que el gobierno les cedió esas tierras.
Una noche, los nativos son atacados por las tropas confederadas del coronel Augustus Barton, conformadas por guerrilleros sin escrúpulos quienes, por miedo a ser cazados y ejecutados por las fuerzas armadas del norte, viven a salto de mata tras el fin de la Guerra Civil, por lo que encuentran en la misión el sitio perfecto para ocultarse y vivir durante años sin preocupaciones.
Herido, el líder de los chumash logra escapar de la masacre y cabalga a la Hacienda De la Vega, donde pide auxilio. En un inicio, Don Diego acepta el consejo de su esposa de no intervenir, pero sabiendo que si deja el asunto en manos del ejército será demasiado tarde para los pobladores sobrevivientes de la misión, se escabulle por la noche para impartir justicia con el manto de El Zorro una vez más. El resultado de esta decisión llevará a El Llanero Solitario (The Lone Ranger), Toro (Tonto) y a La Justicia, una sociedad secreta compuesta por antiguos colegas de El Zorro, a reunirse para ajustar cuentas con los cobardes que se han adueñado de las tierras de los chumash.
¿Vale la pena? *Contiene spoilers*
De entrada el título es sincero y no le miente al lector, pues efectivamente el espadachín pierde la vida en esta historia, pero hay un inconveniente, ya que esto sucede antes de terminar el primer número. Justo cuando El Zorro evita que uno de los más despiadados guerrilleros decapite a una joven chumash, y con apenas tres páginas de acción, el héroe es asesinado por la espalda. Desde ese momento la lectura se torna agridulce, ya que el querido personaje no sólo pierde la vida de una forma triste, sino que como advertencia, su cuerpo es dejado a la intemperie para pudrirse, lo que hace todavía más doloroso el destino del paladín creado por Johnson McCulley en 1919.
En los siguientes números de la miniserie, la noticia de la muerte de Zorro llega a oídos de otros justicieros en retiro: El Látigo, El Águila y un tercer enmascarado cuyo nombre jamás es revelado por descuido del escritor, quienes viajan desde España (y aparentemente Francia) para investigar el deceso de su colega, con quien combatieron la desigualdad hace más de cuatro décadas en Europa como parte una centenaria hermandad denominada La Justicia. A su vez, la trama nos presenta la forma en que El Zorro auxilió a un muy joven padre de El Llanero Solitario, sugiriendo que John Reid combate la injusticia inspirado y agradecido por el gesto que el hombre de la espada tuvo con su progenitor.
La historia prosigue con el plan para rescatar a los nativos y recuperar la misión con la ayuda de La Justicia y los integrantes de otra tribu. Al final de la aventura se revela cómo un personaje de apoyo se une a los miembros sobrevivientes de La Justicia, quienes lo entrenarán para convertirse en la siguiente encarnación de El Zorro y, a su vez, servir como inspiración para futuras generaciones.
El arte
El dibujo de interiores a cargo de Steve Polls es correcto, pero poco detallado en los rostros, por lo que en varias viñetas es complicado diferenciar a los miembros de la tribu chumash e incluso a los integrantes de La Justicia cuando estos no portan sus uniformes de batalla, lo que entorpece la lectura. Por otra parte, las portadas y sus variantes corrieron a manos de diversos artistas, siendo las más atractivas las de Alex Ross y Francesco Francavilla, quien ya contaba con amplia experiencia como dibujante de El Zorro, pues fue el artista titular del título durante tres años, justo cuando Dynamite Entertainment compró la licencia para publicar sus historietas.
The Lone Ranger & Zorro: Death of Zorro no la tenía fácil. Sí, es una historia emotiva y realista. Sus escenas de acción son crudas y los villanos son realmente despreciables. Aun así, el principal “pero” de esta miniserie es la forma tan deprimente y poco digna en que El Zorro es eliminado, lo que no permite que el buen ánimo regrese en ningún momento de los siguientes cuatro números, aun cuando Ande Parks se esfuerza en establecer que el legado del héroe permanecerá mientras exista una sola persona que se atreva a continuar su misión.
Calificación: ⭐️⭐️⭐️1/2
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Dato Comikaze
Además de escribir y entintar comics para los sellos Marvel, DC y Dynamite, Ande Parks escribió Ciudad, novela gráfica adaptada recién adaptada como película por Netflix bajo el título de Extraction, protagonizada por Chris Hemsworth
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