Por Jorge Tovalín
Esta semana toca recordar uno de los más importantes crossovers de la historia, tal vez no por su trama, que es un tanto inocente, sino por el peso que tuvo en el momento de su publicación, ya que por varias razones, Superman vs Muhammad Ali es un reflejo de su época y de la sociedad que pudo leerlo de primera mano.
¿De qué va?
Cámara de video en mano, Clark Kent, Lois Lane y Jimmy Olsen recorren las calles de un barrio negro en Metropolis, una tarde de agosto, con la intención de hallar al legendario boxeador Muhammad Ali y entrevistarlo. El trío logra encontrarlo en una cancha de basquetbol, donde juega relajadamente con unos niños de la localidad. Casi de inmediato, justo cuando Lois se alista para comenzar con sus preguntas, la entrevista es interrumpida por la aparición sorpresiva de un emisario de la raza extraterrestre de los Scrubb, quien advierte que la Tierra será destruida a menos que el más grande de los guerreros terrícolas acepte participar en un combate contra el mejor gladiador de esta raza alienígena.
Ya que Superman (quien ha llegado a esclarecer las intenciones del mensajero) y Ali no logran ponerse de acuerdo sobre quién de ellos debe ser quien represente a la raza humana, ambos serán obligados a combatir entre sí veinticuatro horas después, para entonces definir al rival del gigantesco Hun’ya, guerrero criado por los científicos Scrubb. Sobra decir que, sin importar cuál sea el desenlace de el encontronazo, el líder de estos no es de fiar, pues está convencido de que los belicosos terrícolas representan una amenaza para el Universo.
Detrás de la historia
Publicada en 1978 en un formato oversize por DC Comics, este clásico de la historieta estadounidense supo aprovechar no sólo la popularidad de Superman, sino la enorme fama y carisma del cuatro veces campeón mundial de los pesos pesados. Arrogante y parlanchín pero a la vez encantador, Muhammad Ali aceptó enfrentar en las viñetas a Superman, seguramente sabiendo que esta historia ficticia sería un hitazo publicitario. ¿Qué deportista no querría lucir como el único capaz de derrotar al superhéroe más grande del cómic?
De acuerdo con el prólogo escrito por Neal Adams para la reedición de lujo lanzada en 2010, la idea para esta historia (aprobada por Elijah Muhammad, líder de la Nación del Islam) fue concebida por el editor Julius Schwartz y la entonces publisher de DC Comics, Jenette Kahn, quienes encargaron el guion a Denny O’Neil. Sin embargo, éste tuvo que retirarse del proyecto en su fase inicial, que quedó en manos de Adams, quien compartió el crédito de escritor con su colega.
Cabe decir que existe otra versión del origen de esta historia, pues de acuerdo con la misma Kahn, tras enterarse del exitoso crossover entre Superman y Spider-Man, editado ese mismo año, el famoso promotor de box Don King se presentó en las oficinas de DC Comics para proponerles la idea básica.
La trama es sencilla y en partes parece más un cómic por encargo, lo que por momentos puede ser chocante, pero aun así este título no deja de tener su encanto a 42 años de su publicación. Algo curioso es que la personalidad un tanto arrogante que se le dio a Superman en las primeras páginas contrasta con la idea que normalmente tenemos del personaje, ya que en más de una ocasión el kryptoniano intenta mostrarse como el más indicado para representar a la Tierra en la batalla que definirá su destino.
Incluso hay una viñeta en que el Hombre de Acero presume que todas las naciones adscritas a la ONU le han brindado la ciudadanía, lo que a su juicio lo vuelve el embajador ideal para la contienda. Dejando eso de lado, la historia comunica el mensaje de que el bien común no puede depender de una sola persona, sino que es alcanzable solo por medio de la colaboración y el juego limpio.
Otro detalle interesante es el comentario antirracismo, asentado en el hecho de que, a ojos de los miles de espectadores de distintas razas extraterrestres (que siguen la transmisión en vivo de la pelea), Superman y Muhammad Ali lucen prácticamente iguales, por lo que el primero utiliza su uniforme rojiazul para ayudar a que el público pueda diferenciarlos.
El arte de Adams, entintado por Dick Giordano y Terry Austin, es un verdadero agasajo para la pupila, pues aunque la batalla entre los dos protagonistas dura apenas cuatro páginas, los constantes splash pages y double page-spread son sencillamente impresionantes. Por otra parte, el realismo y la semejanza con la que Adams logró captar los gestos, poses y forma de hablar del hombre que flotaba como mariposa y picaba como abeja es muestra de un buen trabajo de investigación.
Como un plus a la experiencia de lectura, está la hermosa y clásica portada y contraportada, en la que Adams capturó como parte del público a 172 figuras del espectáculo, los deportes y la industria del cómic, de forma que tras terminar esta aventura, uno puede entretenerse tratando de identificar entre la muchedumbre a personalidades como Frank Sinatra, los Jackson Five, Pelé, Cher, Andy Warhol o el mismísimo Alfred E. Neuman.
Una joya más allá del tiempo y el espacio.
Calificación: ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
A la venta con tu tienda de cómics de confianza o en este link de Amazon
Otros crossovers reseñados
Trackbacks/Pingbacks