Por Jorge Tovalín. Adaptado del texto publicado originalmente en Muy Interesante, edición especial de septiembre 2015. Todas las fotos pertenecen a las redes sociales de Gustavo Martínez o a la comunidad Comics S.A., a menos que se indique lo contrario
Un día fui al local original de David Noriega en Coapa y encontré que en ese momento tenía entre 30 y 40 chavos buscando cómics, lo que, considerando el tamaño del lugar, era mucha gente. Así que le dije a mi amigo Carlos Tron que nosotros, como verdaderos fanáticos de los cómics, también podíamos venderlos, relata Gustavo Martínez, quien medio año después de esa visita al local de Noriega abrió junto con Tron, Fernando Zertuche y Eduardo Flores la tienda Comics S. de R.L., en una pequeña accesoria que Flores tenía disponible en Petén 157, muy cerca del Metro Etiopía, en el entonces Distrito Federal.
Para promover la inauguración, acordada para el 10 de octubre de 1992, Eduardo Flores imprimió 50 volantes que repartió en la glorieta de Etiopía. Algunos de ellos llegó a un grupo de lectores en Querétaro, quienes viajaron apretados en un Volkswagen Sedán para estar presentes en el magno evento.
Aunque los dueños de la tienda aprendieron todo de la venta de cómics sobre la marcha, el éxito fue tan súbito que, además de aventurarse a dejar sus empleos cotidianos, siete meses después parte de los fundadores decidieron mudar el negocio, ahora llamado Comics S.A., a un local de tres pisos en Avenida Universidad 1163-A, donde el 15 de mayo de 1993 abrió sus puertas la nueva sede de Comics S.A., Donde se desliza el Hombre Araña. En la accesoria de Petén permaneció Flores con su propio negocio especializado, Manticora Comics, que en la actualidad existe como tienda virtual.
Gustavo Martínez asegura que en su mejor época Comics S.A. llegó a recibir la visita de hasta 2 mil 500 personas cada sábado, con un promedio de mil 300 operaciones diarias en la caja registradora y una venta aproximada de 15 mil cómics al mes, impulsada en parte por la cada vez más constante participación de sus dueños en espacios de radio y columnas informativas sobre cómics, publicadas en las historietas de Grupo Editorial Vid. Nada mal para unos nerds emprendedores que originalmente esperaban conformarse con que las ganancias fueran suficientes para pagar los cómics que consumían.
Un icono de la tienda fue, sin duda alguna, El Hombre Araña que colgaba de la fachada. Esta famosa pieza en escala 1:1 (responsable de más de un accidente de tráfico) fue creada en fibra de vidrio por un amigo de los dueños, llamado Gabriel García Márquez, quien conservó el molde de la pieza y pudo replicarla numerosas veces para la cadena de panaderías La Esperanza, que colocó su propio Hombre Araña en diversos puntos de la ciudad. Con el paso del tiempo, esto provocó una amenaza de demanda (cease and desist) por parte de Marvel, lo que hizo que estas piezas fueran repintadas para no reproducir de forma exacta el uniforme del arácnido. Cabe decir que tras el cierre de Comics S.A., la primera escultura se mudó a la fachada de la tienda Comics Imp, en Plaza Manzana, al sur de la ciudad.
Llegué a saberme de memoria el nombre y apellido de doscientos o trescientos clientes, los títulos que compraban y los que podrían interesarles, añade Gustavo Martínez, orgulloso de que Comics S.A. fuera una tienda de fans para fans en la que los dueños podían ser amigos de los compradores.
El inicio del fin para la que quizá sea la tienda de cómics más añorada por los lectores y coleccionistas mayores de 30 años llegó a inicios de 1995, con el error de diciembre y la terrible devaluación del peso, que infló la deuda que la tienda mantenía con sus distribuidores de cómics en Estados Unidos: Capital City y Diamond Comics.
La deuda, alta pero pagable, se quintuplicó en una noche. Las ventas de cómics, que son artículos de lujo, se fueron al demonio. Para 1997 seguíamos pagando intereses, bajando la deuda de forma mínima. Se calculó que seguiríamos pagándola diez años más, por lo que terminamos cerrando Comics S.A. y amortizando el adeudo con el saldo de la tienda, recuerda Martínez, quien durante varios años más se mantuvo en el rubro por medio de Comics Imp, Nostromo, y La 5a Dimensión, negocios ya desaparecidos.
A finales de enero de 2021, Fernando Zertuche, cofundador de la tienda contactó a Comikaze para compartir el siguiente comentario:
Creo necesario decir que esta fue una empresa que se formó por nuestro cariño hacia los cómics, nosotros éramos primero y antes que nada lectores obsesivos de cómics y resultó que nuestra carencia nos llevó a comerciantes, y creo que los queridos clientes lo sabían perfectamente. Eso siempre causó que verdaderamente amáramos lo que hacíamos.
Continuará…
Lee la primera parte en este link
Lee la segunda parte en este link
*De acuerdo con Paco Espinosa, de La Covacha, varios meses antes de Comics S.A. abrió sus puertas otras tienda formal llamada Telarañas, en la zona de Lindavista. Si tienes fotos o información al respecto, no dudes en enviarla a revistacomikaze@gmail.com para complementar estas entregas.
25 enero, 2021
Comics Imp se convirtió en Imp Hobbies que actualmente está en Eje 10 y avenida Universidad, ahora se dedica a los juegos de mesa.