Por Ruben Martínez
Es una obra del género de horror, lo más común es encontrar elementos relacionados con lo sobrenatural, que invaden de inquietud o de temor a quien los mire, y en Uzumaki el elemento principal por el que transpira este sentimiento no es otra cosa sino una espiral. Observar cómo algo totalmente normal y cotidiano puede transformarse en una de tus mayores fobias hasta volverse insoportable es algo que sólo Junji Ito puede lograr.
Entre 1998 y 1999, la revista de manga Big Comic Spirit, de la editorial Shogakukan, público Uzumaki, que en 16 capítulos nos cuenta las desventuras de Kirie Goshiwa, una adolescente que vive en el pueblo de Kurouzu, donde a través de historias cortas, ligadas entre sí linealmente, el pueblo en donde vive se va sumergiendo cada vez más en la maldición de la espiral hasta ya no poder salir de ella. La ejecución de cómo un símbolo común se transforma poco a poco en una pesadilla es sencillamente genial, con un ritmo lento que lo convierte en una maldición en medio de una atmósfera de inquietud hasta llegar al clímax.
En toda la obra el dibujo es la estrella principal, con un estilo áspero pero siempre dinámico. Las expresiones detalladas dan prioridad a la desesperación y el horror, como en un filme de terror. Resalto el diseño de personajes, destacando por encima de los demás los esperpentos, debido a su fisionomía, fuera de este mundo. Claro, los personajes humanos también son muy bien definidos con un trazo limpio, que en algunos casos se va manchando poco a poco.
El blanco y negro le sienta muy bien a la obra, pero el papel de los grises es vital. Hay ediciones que incluyen páginas a color, y la paleta de colores pálidos utilizados en ellas son un acierto total, pues transmiten esa sensación lúgubre que el pueblo manifiesta. Otro punto a remarcar son las splash pages, que aunque son contadas, están colocadas para obtener el mayor impacto visual del ejercicio. Estéticamente, es una obra a la que se le tiene que mirar.
En cuanto a su estructura, la secuencia entre viñetas es ágil y fluida a través de planos tanto sencillos como elaborados. En algunos puntos cuesta entender la transición, pero no demasiado. La mayor parte del tiempo la obra se contiene en las viñetas, y saca lo mejor de sí en aquellas que no tienen bordes. No está sobrecargada de texto, pues la mayoría de los diálogos son pláticas normales entre los personajes, y los cuadros narrativos son cortos. Al dar explicaciones las carga un poco más, pero no se vuelve tedioso seguir el paso. La mayoría de las onomatopeyas son gritos largos, colocados sutilmente y sin obstruir.
El ritmo narrativo es estable, y si bien no genera un terror genuino como se logra con facilidad en otros medios (en el cómic es muy difícil plasmarlo), consigue transmitir inquietud e incomodidad, especialmente a través de las criaturas salidas de la imaginación del autor. Poder proyectar algo así a través de sus fluidas secuencias a tintas es un logro enorme, pero Ito lo ejecuta muy bien y sin problemas.
Junji Ito, es sin duda, uno de los mejores autores de este género en la actualidad, y es impactante ver cómo transforma la espiral en algo terrorífico y hace girar la historia en torno a ello por más de 600 páginas sin abusar del gore, agregando su espectacular diseño de personajes tanto humanos como no humanos. Uzumaki es una de esas obras que tienes que leer aunque no seas fan del género, ya que incluso sirve como introducción a éste.
Es una lectura que no te cambiará la vida, pero te aseguro que te hará pasar un buen rato llevándote por el camino de la espiral.