Por Everardo Ferrer
Ya circula el nuevo libro de Rubén Eduardo Soto Díaz, El Metiche, incansable promotor y difusor de la cultura de la historieta en México, y director del Museo de la Caricatura y la Historieta Joaquín Cervantes Bassoco. Esta vez el volumen no está dedicado a un autor específico y sus diferentes trabajos, sino a un título cuyo rescate representa la recuperación de una obra prácticamente desconocida, una joya perdida del cómic de luchadores, no precisamente por su calidad, sino por su rareza… nada menos que la versión mexicana de Ultraman, quien de héroe intergaláctico gigante pasó a ser luchador enmascarado, al menos en nuestro país.
Evidentemente inspirado en el ícono japonés creado por Eiji Tsuburaya, Milo Ventura es el nombre de quien por años portó con gran éxito la máscara de Ultraman en el cuadrilátero, alcanzando una popularidad inusitada que le permitió ser reconocido incluso en Japón. Curiosamente, no tuvo ningún tipo de problema legal por el uso del nombre y las características del afamado personaje nipón, sino todo lo contrario, llegó a convertirse en todo un ídolo de la lucha libre en la tierra del Sol Naciente, en donde se presentó varias ocasiones para combatir.
Este grado de fama posicionó a Ultraman como el candidato ideal para convertirse en superhéroe de historietas, siguiendo el ejemplo de otros luchadores. La propuesta le llegó al luchador por parte de Mario Garcés, responsable en gran medida de que la realización de este libro haya sido posible, pues fue precisamente él quien convenció al luchador de estelarizar su propia revista. Es así como El Ídolo de Los Niños (apelativo fusilado por el Dr. Alfonso Morales para colgárselo años después a Atlantis) llegó al mundo del cómic de la mano de Editora Clau.
Manejada en sus primeros números con la técnica del fotomontaje, creada por el genial José G. Cruz en los años 40 para las páginas de Pepín (y llevada por él mismo a la cima con la historieta Santo: El Enmascarado de Plata), la revista sumó a Ultraman al panteón de superhéroes mexicanos de historieta. Las fotografías fueron montadas sobre el arte realizado por Francisco Ramírez y el propio Mario Garcés, quien fungió además como director y productor de estas aventuras, a las que se sumó el también luchador Súper Máquina, como némesis del protagonista.
Una de las partes más atractivas del volumen hoy reseñado es que reproduce, directamente de los cartones originales, páginas de la historieta, incluyendo la aventura completa El Origen de Ultraman, que formó parte de otras historias delirantes y llenas de todo el espíritu kitsch de las películas y cómics de luchadores, probablemente influidas por la efervescencia mediática del kung-fu en los años 70. Cabe decir que estos originales forman parte del archivo personal de Mario Garcés, por lo que se trata de material de primera mano y con un gran peso documental.
La carrera de Milo Ventura se volvió polémica cuando, después de perder la máscara de Ultraman en una lucha de apuestas oficial contra Brazo de Oro en septiembre de 1987, se jugó la incógnita de nuevo en encuentros posteriores.
De manera reciente, el Luchaverse del sello Chido Comics publicó el título Solar & Súper Astro: Los Cadetes del Espacio, en el que Ultraman fue el gran ausente por cuestión de derechos (el personaje está hoy en manos de Marvel/Disney para toda América), a pesar de que este último fue quien originalmente portó el nombre que definió a la famosa tercia.
Es por todo esto que el nuevo volumen de El Metiche es una buena forma de recordar el paso de El Cadete del Espacio por el mundo de la historieta, del cual, gracias a los archivos de Mario Garcés, ya se ha anunciado un segundo volumen.
Para más información, visita www.elmetiche.com.mx o escribe al correo mucahi@gmail.com.