Por Alberto Calvo. Publicado originalmente en Comikaze #20 (julio de 2013).
Cuando se habla de Stan Lee, todo mundo piensa en el Universo Marvel, o en Spider-Man, los Fantastic Four y el resto de sus cocreaciones, situación comprensible, pues lo que Stan hizo al lado de leyendas como Jack Kirby, Steve Ditko y John Romita, entre otros, fue revolucionar la idea de los superhéroes desde sus raíces, lanzando en el proceso una nueva era para el cómic como forma narrativa y medio de entretenimiento. Pero su presencia dentro de la cultura popular contemporánea va más allá de su trabajo en Marvel, o del mundo mismo del cómic.
Stan dejó de escribir Fantastic Four, The Amazing Spider-Man, Thor y Captain America en 1971, habiendo dejado el resto de sus series unos años atrás, y en 1972 dejó el puesto de editor en jefe de la compañía tras casi treinta años en el cargo. Lee se convirtió en una especie de vocero y representante de Marvel, participando activamente en conferencias y paneles de discusión en convenciones y escuelas. Fue brevemente presidente de la compañía, pero renunció para no tener que lidiar con el aspecto financiero y de negocios de la empresa, recibiendo entonces el cargo de publisher, que sería una especie de editor en jefe honorario.
Lee se mudó a California en 1981 para trabajar en el desarrollo de las propiedades de Marvel para cine y televisión, razón por la que tiene crédito como productor ejecutivo en muchas de las adaptaciones realizadas durante los años siguientes. Cuando Marvel reestructuró su plataforma de desarrollo para cine y televisión, Lee se hizo a un lado para concentrarse en sus propios proyectos, algunos de los cuales había comenzado años atrás de manera paralela a sus obligaciones con Marvel.
El primero de ellos fue Stan Lee Media, un estudio concentrado en la creación y producción de superhéroes que concentraba sus operaciones en una plataforma web.
El portal de internet de la compañía gozó de gran éxito y popularidad durante un par de años, siendo reconocido incluso reconocido en el 2000 como Mejor Portal de Entretenimiento, por encima de los sitios de Disney y Warner Bros.
La más exitosa creación de Stan Lee Media fue, sin duda, The 7th Portal, serie animada para la web protagonizada por un equipo de superhéroes creados por el propio Lee, de la cual se produjeron 22 episodios, mismos que fueron posteriormente adquiridos por Fox para su transmisión en televisión. Su debut fue tan exitoso, que los servidores de Macromedia crashearon ante la demanda, forzando a la creación de un hub independiente para dar soporte a su emisión.
El éxito se trasladó a su explotación en licencias, incluída una atracción 3D para los parques de atracciones temáticos de la Paramount. SLM desarrolló varios otros proyectos, pero ninguno igualó el éxito de The 7th Portal, aún a pesar de que The Backstreet Project contaba con la participación activa de los entonces todavía populares Backstreet Boys.
La idea se centraba en un cómic donde los miembros del grupo vivían aventuras tanto en su identidad civil como en sus alter ego superheróicos. Sólo se produjo un número y el proyecto tuvo una mediana aceptación, derivando en una serie de siete webisodios y una línea de figuras de acción distribuidas a través de una popular cadena de hamburguesas.
Stan Lee Media usó parte de sus acciones para adquirir Conan Properties Inc., propietaria de los derechos de Conan the Barbarian, con la intención de producir una serie de webisodios y una tercera película del personaje.
Sin embargo, la compañía se expandió demasiado rápido para su propio bien, provocando una caída en el valor de sus acciones, que al quedar por debajo del límite acordado para la adquisición de Conan provocó una demanda en busca de deshacer el acuerdo. Esto coincidió con la implosión del mercado web y la compañía cesó operaciones en diciembre del 2000, declarándose en bancarrota un par de meses más tarde. Una serie de investigaciones reveló malos manejos financieros de parte de los socios de Lee, aunque él mismo quedó libre de toda culpa y creó una nueva compañía para seguir adelante con el desarrollo de sus proyectos.
POW! Entertainment fue creada en 2001, y a la fecha sigue en operaciones, involucrada en prácticamente todo lo que Lee ha hecho en los últimos años. POW! ha supervisado el desarrollo y producción de series animadas, cómics, webcómics, libros, películas para televisión, para venta directa en DVD, series de TV y reality shows, además de haber creado un canal para difusión en dispositivos móviles y contar con acuerdos de desarrollo y distribución con empresas tan reconocidas como Disney, Harper Collins, Film Roman y The History Channel. Algunos de sus proyectos más populares son Stripperella, Who Wants to be a Superhero?, The Condor, y Stan Lee’s Superhumans.
Su activa participación en esos proyectos multimedia no significa que Stan haya dejado atrás su amor por los cómics. En el 2000 se dio un hecho histórico cuando fue invitado a realizar su primer trabajo para DC Comics tras casi sesenta años de labor en el medio.
Esto se dio en la forma de Just Imagine Stan Lee… una serie de 13 números, en los que Lee colaboró con artistas como Joe Kubert, Dave Gibbons, John Byrne, Jim Lee, Gary Frank, Walt Simonson, Jerry Ordway y John Cassaday para crear versiones alternativas de los personajes más populares de DC, como Batman, Superman, Wonder Woman, Green Lantern o The Flash.
En 2010 Lee anunció una sociedad con BOOM! Studios para fungir como consultor en tres nuevos títulos para el sello editorial, colaborando con los escritores Mark Waid, Chris Roberson y Paul Cornell en el desarrollo de los protagonistas de las series The Traveller, Soldier Zero y Starborn, mismas que fueron publicadas en México por Bruguera Comic Books.
Stan ha sido objeto de toda clase de merecidos homenajes y reconocimientos, desde una figura de acción aparecida en 2007 (la primera de varias), hasta apariciones y referencias en cómics, series de televisión y películas.
Miembro de los salones de la fama Will Eisner y Jack Kirby, Lee tiene también una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, y se hizo acreedor hace unos años a la Medalla Nacional de las Artes.
Más allá de su enorme contribución al medio de los cómics y al desarrollo de los superhéroes como una de las más populares formas de entretenimiento, Stan Lee es una parte importantísima de la cultura popular occidental contemporánea, y sería difícil imaginar el mundo del entretenimiento actual sin muchas de sus aportaciones.
Por ello, sin importar el medio, Stan siempre será The Man.
‘Nuff Said!
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