Por Alberto Calvo. Publicado originalmente en Comikaze #33 (abril de 2016).
Image Comics se ha hecho de una reputación como hogar de ideas innovadoras y grandes historias, y una serie que ayudó a cimentar esa percepción fue Saga, escrita por Brian K. Vaughan e ilustrada magistralmente por Fiona Staples.
Esta es la historia de Hazel, hija de Alana y Marko, soldados en bandos opuestos de una guerra galáctica que parece existir desde siempre. Perdidamente enamorados, sus respectivos pueblos consideran su romance como una traición y ven a su bebé como una aberración, por lo que se convierten en fugitivos e intentan huir del conflicto y de su pasado.
Perseguidos por asesinos y cazarrecompensas, además de un gato detector de mentiras, la nueva familia recorre la galaxia en busca de un lugar pacífico donde vivir y criar a su hija. Su peregrinación proporciona a los autores el pretexto ideal para explorar diversos mundos y toda clase de seres extraños.
Tierna y cruda, divertida pero reflexiva, sexy e irreverente, Saga es una extraordinaria mezcla de ciencia ficción y fantasía aderezada con humor y sexo que se siente familiar e innovadora a la vez.
No por nada se ha convertido en un fenómeno mundial y es un éxito tanto de ventas y crítica donde sea que se publica.
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