Por Alberto Calvo
En junio de 1962 se publicó Amazing Fantasy #15, y en sus páginas el mundo conoció a Peter Parker, un joven de 15 años que, tras ser mordido por una araña radiactiva, adquirió superpoderes ¡y se convirtió en el asombroso Spider-Man! Pero, ¿qué tal si para él hubieran transcurrido los mismos cincuenta y tanto años que han pasado en el mundo real desde entonces?
Esa es la premisa de Spider-Man: Life Story, historia escrita por Chip Zdarsky y dibujada por Mark Bagley, cuyo trabajo fue complementado por las tintas de John Dell y Drew Hennessy, y el color de Frank D’Armata. La miniserie de seis números extralargos fue publicada por Marvel Comics en 2019 antes de lanzar el tomo recopilatorio con la historia completa.
Cada número de la miniserie estuvo dedicado a una década y exploró una versión diferente de algunas historias que todos conocemos. El primer número abre en 1966, y tenemos a un Spider-Man que, a los 19 años, se siente cada vez más cómodo con el uso de sus poderes y que poco a poco lidia mejor con las dificultades de llevar una doble vida. Pero cuando su peor enemigo descubre su identidad secreta, pueden estar seguros de que habrá problemas…
En efecto, el número dedicado a la década de los 60 se enfoca en la rivalidad de Spidey con el Green Goblin, la cual causa toda clase de problemas en su vida diaria, como hacer que su compañera de laboratorio, Gwen Stacy, lo reprenda constantemente por sus retrasos. Del mismo modo, el segundo número salta más de diez años al futuro para llevarnos a los años 70, cuando nuestro héroe tuvo que lidiar con la saga original del clon y con ciertas pérdidas de índole más personal.
La tercera entrega tiene lugar en los años 80 y ve a Spidey volver de una guerra secreta librada en otro mundo, sólo para encontrarse con que su viejo enemigo Kraven está dispuesto a todo en una última cacería. Pese a sobrevivir a todo lo que la vida lanza en su dirección, y a que algunos dicen que la vida empieza a los 40, la década de los 90, época explorada en el cuarto número, trae de vuelta la locura de los clones, entre otros problemas.
El nuevo siglo tampoco es amable con nuestro héroe, quien debe lidiar con complicaciones que van desde Mordun hasta una guerra civil. ¿Será que se está volviendo demasiado viejo para todo esto? La historia concluye en 2019, con nuevos aliados y familia, y enfrentando un nivel superior de problemas que literalmente llevan a Spidey al espacio…
Como pueden darse cuenta, la historia es un repaso a momentos clave en la vida del héroe, pero explorados desde una perspectiva fresca y diferente para mostrar como un héroe de otra edad y con distintas experiencias de vida lidiaría con esa clase de situaciones. Chip Zdarsky escribe una larga y emotiva carta de amor al héroe al dar un breve repaso a su vida con un peso que nunca antes habíamos contemplado, y con repercusiones que rara vez se pueden encontrar en un cómic de superhéroes.
Porque sí, ése es un problema que muchos tienen con la existencia continua y perpetuamente estática de los héroes del que todavía es el género más popular en la narrativa gráfica occidental, que por naturaleza sólo permite una percepción de cambio, y donde lo que está en juego para algunos de nuestros héroes favoritos no siempre tiene el peso que ayudaría a anclar la naturaleza épica y dramática de sus aventuras.
Y me parece que esa es la mayor fuerza de esta historia. Con Life Story, Zdarsky crea una épica narrativa donde cada decisión tiene consecuencias, y ninguna de ellas desaparece un par de números después. El resultado es la crónica de una vida llena de triunfos y fracasos, pérdidas y victorias que resaltan el carácter de uno de los personajes más humanos del género, sacando además el mayor provecho posible a su rico y variado elenco de soporte.
En cuanto al arte, la elección de Mark Bagley como artista de la serie me provoca sentimientos encontrados. ¿Hubiera sido mejor tener a un artista distinto en cada número? No estoy seguro. Uno de los artistas más identificados con Spider-Man a lo largo del tiempo, Bagley es un excelente narrador que complementa de buena manera a Zdarsky en esta historia. Por desgracia, la naturaleza de la misma expone algunas de sus deficiencias más importantes como ilustrador.
Su trabajo con los rostros de sus personajes siempre ha sido el punto débil de su dibujo, y una historia que pone tanto peso en la humanidad de sus protagonistas y lidia con una gran carga de emociones, pone de manifiesto sus limitaciones. Y eso sin mencionar que no cualquier dibujante puede rediseñar con éxito la apariencia de un héroe, y menos aún si se trata de uno tan icónico como Spidey, así que la evolución de su traje a lo largo de los años es algo que no me dejó satisfecho.
A pesar de ello, el resultado es muy disfrutable, sobre todo porque resalta una de las características mas importantes de su protagonista. Peter Parker es un héroe conocido porque no siempre toma las mejores decisiones, pero también es alguien que aprende de sus errores para ser cada vez un mejor héroe, y ahora podemos también verlo aprender a ser una mejor persona, sin importar que tenga poderes.
Spidey siempre ha sido el héroe que, más allá de los poderes que lo separan del resto de la humanidad, es quien mejor proyecta la idea de que, en el fondo algunos héroes pueden ser personas normales, como cualquiera de nosotros, lo que facilita que el lector empatice y se sienta identificado con él. Aquí Zdarsky maximiza el efecto de esa peculiar característica del personaje para convertirlo en alguien todavía más humano.
Sin duda Spider-Man: Life Story es una historia que se volverá un clásico del personaje, así que no dejen de leerla.