Por Miguel Ángel Hernández
Esta es la historia de una hermosa francesita rubia, Françoise Morel, presentada desde un punto de vista novedoso para el género romántico, pues no se trata de la chica ingenua e idealista a quien todo mundo se agarra de mensa. Por el contrario, hasta cierto punto es maliciosa, pues gusta de poner pruebas y retos a sus pretendientes, además que no se deja enamorar fácilmente. En algunas historias llega a servir de celestina y en otras desenmascara a rufiancillos que andan por allí conquistando jovencitas para satisfacer sus oscuras fantasías.
De la colección Chicas Audaces, La chica del 13 (Ediciones Druida, 1982) fue escrita por François Gal y Jacques Gall, e ilustrada por Paul Guillon. El arte de esta serie de novelitas es precioso, pues cuenta con un estilo muy clásico y bien narrado, un trazo firme pero muy natural. No, no se espanten, no se trata de historias lacrimógenas, pues aunque su género es el romance, su guion es muy ágil, sin demasiada exposición, pues va directo al punto, además que las tretas que utiliza la señorita Morel son más que ingeniosas.
Curiosamente, en México el cómic de romance vivió sus mejores tiempos entre 1950 y 1970, y poco a poco estas historias emigraron a la televisión, donde han sido recicladas una y otra vez. Justo este cómic fue una bocanada de aire fresco pues muestra situaciones comunes para quienes conocen el género, pero con puntos de vista diferentes y resoluciones muy singulares (me atrevería a decir que hasta novedosas), por lo que seguro será una lectura interesante para los interesados en esta temática, así como para cualquier lector o creativo que logre cazarlo.