Por Everardo Ferrer
Sin lugar a dudas, el regreso de Kalimán a la historieta es uno de los más esperados por el público de México y de gran parte de Latinoamérica, pues se trata del personaje superheroico más importante que se haya creado en estas latitudes, alcanzando una popularidad muy difícil de igualar, dominando el mercado del entretenimiento gracias a sus emisiones radiofónicas y a sus aventuras impresas, que en su momento llegaron prácticamente a todos los rincones del país.
La creación de Modesto Vázquez y Rafael Cutberto Navarro ha tenido un destino incierto desde la muerte de sus creadores, más allá de los cambios que han sufrido los medios de entretenimiento masivo en décadas recientes. Desde hace ya un buen tiempo, Edgar David Aguilera, manager de Kalimán, bajo su empresa Superhéroe S. A. de C.V., ha tratado de relanzar al personaje por medio de alianzas infructuosas que no pasaron de generar unos cuantos productos. Sin embargo, esta vez las cosas son distintas.
En el relanzamiento de El Dragón Rojo, en su edición conmemorativa, el papel de Editorial Kamite fue de vital importancia, ya que el sello fungió como distribuidor de la publicación, con gran éxito. Hoy, la nueva aventura gráfica de El Hombre Increíble ha sucedido bajo la producción de esta empresa, que hasta este momento sólo se había dedicado a publicar cómics de licencia, por lo que la apuesta por un producto nacional podría considerarse arriesgada, aunque Kalimán sea un personaje de gran arraigo en el país.
Una nueva era
Esta aventura editorial nos presenta lo que se considera el verdadero origen de Kalimán, pues crea un nuevo canon y desecha las versiones presentadas en series como La Leyenda de Kalimán y El Ser Supremo, siendo esta la última (y peor) incursión de El Hombre Increíble en la historieta. El regreso del personaje al mundo del cómic llega bajo el título de El origen de Kalimán: El Legado de Kali, se mueve por los terrenos de la aventura exótica, muy influido por Haggard y Salgari, y está proyectado para completarse en cuatro entregas.
En esta edición por fin se presenta a los verdaderos padres de Kalimán: un antropólogo, explorador y aventurero de origen británico de apellido Quatermain, y una sacerdotisa de la diosa Kali, de nombre Sundari, quienes se conocen después de que el primero sufre un ataque a manos de los adoradores de Maha-Kali, La Gran Negra. Posteriormente, juntos enfrentan juntos a Mahakaalam, el más sanguinario discípulo de Maha-Kali. Con la unión del explorador y la sacerdotisa, ambos considerados grandes seres de luz, se consuma el origen de la séptima era de Kali, encarnada por Kalimán.
El equipo creativo
Para llevar a cabo un proyecto de esta envergadura, se tenía que recurrir a un equipo capaz, y así fue. El guion quedó en manos de Ek Sahib, que sería un equivalente a Víctor Fox en el Kalimán original; el propio Edgar David Aguilera, y José Vázquez Morejón, sobrino de Modesto Vázquez González, creador primigenio de Kalimán, y quien probablemente sea el más grande kalimanólogo del mundo. Un gran acierto el considerarlo para este renacimiento.
El apartado gráfico no podía ser menos importante, y este se le asignó al experimentado artista de origen peruano, pero forjado en México, Roberto Castro, quien tras la caída de la historieta mexicana como industria, logró posicionarse en el extranjero. Más allá de haber trabajado con íconos del cómic de superhéroes como Batman o El Hombre Araña, fue su labor con personajes como Tarzán o Conan El Bárbaro, en los géneros de aventuras, espada y brujería, lo que convirtió a Castro en el artista ideal para la publicación. Aunque con Chiva Fighter, uno de sus últimos trabajos en México, nos quedó a deber, con Kalimán recuperó su grandeza, brindándonos gran dinamismo, un reflejo de la experiencia adquirida en su paso por el cómic norteamericano. El arte de Castro, por cierto, se complementa por el increíble color de Marcos Arellano.
Las portadas siempre han sido uno de los aspectos más importantes de los cómics de Kalimán, y para este proyecto el encargado de darles vida ha sido nada menos que el maestro Rodolfo Pérez García, Pegaso, uno de los mejores ilustradores y portadistas del país desde hace más de 30 años. Tal vez el arte de portada de este primer número pueda parecer un tanto rara en cuanto a sus proporciones, pero esto se debe a que sólo es parte de una ilustración que contaba con varios elementos que fueron eliminados para el producto final. En la contraportada podemos observar uno de estos y confirmar la grandeza del arte de Pegaso.
Ahora viene lo feo. El precio de lanzamiento ha desatado una avalancha de sentimientos encontrados, pues el cómic cuenta con sólo 24 páginas y, aunque fue impreso a todo color, con portada en cartulina y baño de barniz en el logo, tiene un costo de 99 pesos, lo que ha creado una serie de opiniones divididas, siendo las más las que se inclinan a calificarlo como un producto caro. Otro aspecto negativo a señalar es la carencia de diseño editorial, el cual es evidente desde la portada, que parece más bien un anuncio. En interiores, con los globos de diálogo no hay problema, pero los cuadros narrativos cuentan con una tipografía que definitivamente no es la más adecuada.
Ciertamente no es lo mismo producir un cómic de licencia que encargarse de la totalidad del proceso creativo, sobre todo cuando se trata de pagarle a cada uno de los involucrados en su desarrollo: escritores, dibujantes, coloristas, correctores, diseñadores, etcétera. La percepción del público es que se busca recuperar la inversión de este primer número lo más pronto posible, pues aunque un cómic de licencia cuesta entre 35 y 70 pesos, un cómic independiente hecho en México, con las mismas características de Kalimán en cuanto a presentación, ronda lo 50 pesos.
Fuera de esto, el de Kalimán es un gran regreso, que no sólo está dirigido a los viejos seguidores del personaje, sino que, al tratarse de una historia de origen, con tratamiento de cómic contemporáneo, puede atraer a nuevos lectores. Aunque con ese precio resultará un tanto difícil para cualquiera de los dos sectores.
La distribución del primer número de esta miniserie ha comenzado en la tiendas Kamite, pero pronto abarcará la cadena Sanborns, así como puestos de periódicos y las redes de la editorial.
Más sobre Kalimán
+Bajo el turbante: lo básico de Kalimán
+La Historiética: el legado de Modesto Vázquez
13 mayo, 2019
Estará disponible en América del sur, en Venezuela o colombia
14 junio, 2019
Lo dudamos un poco, pues el tiraje es pequeño (alrededor de 5 mil ejemplares), por lo que seguramente se moverá sólo en México. Sin embargo, podemos ofrecer enviártelo a casa. Escribe a enviocomikaze@gmail.com para solicitar una cotización.
18 mayo, 2019
Hoy lo vi en Sanborns, y quise comprarlo pero me detuve al ver el precio exagerado. Lástima.
21 febrero, 2020
que honda ya nunca salio el número dos que paso?
22 febrero, 2020
De hecho ya se publicó el tercer número 🙂