Por Hugo Daniel del Río

¿Es perfecto lo que tenemos? No. ¿Qué lo es?
Pero es un comienzo — y uno bueno.
— Charles Xavier

Los X-Men (Hombres X) pueden ser considerados como el grupo de super héroes insignia de las minorías. Representan a los grupos marginados por el resto de la sociedad, que los considera anormales. Desde su concepción, los X-Men han intentado sensibilizar a la humanidad durante décadas sobre cómo podemos convivir a pesar de nuestras diferencias.

Stan Lee y Jack Kirby hicieron la “originación” (metáfora fílmica – Inception) de la idea fundamental, al menos hasta hace unos meses, bajo la cual el profesor Charles Xavier permanecería estoico a pesar de todas las consecuencias: aquel famoso discurso I have a dream de Martin Luther King Jr. que explicaba la necesidad de una sociedad que existiera en unidad a pesar de las diferencias raciales.

De la misma manera el Profesor X comunica este pensamiento a sus alumnos para que no generen el mismo odio hacia quien los repudia y así no haya más violencia. Haciendo uso del guión de Nolan para Inception como metáfora, la idea fue implantada de manera sutil hasta que germinó y hecho raíces en la cosmovisión del cómic.

En 1975 el estandarte de las minorías enarbolado por los X-Men se hizo mucho más evidente con el lanzamiento del Giant-Size X-Men #1 a manos de Len Wein y Dave Cockrum, donde los protagonistas tienen perfiles por completo alejados del estereotipo de varón blanco anglosajón. Un equipo de distintas nacionalidades, razas, géneros e idiosincrasias, y una exposición mas abierta del conflicto de su autoaceptación frente al resto de la sociedad que los segrega…

¿Les suena a algo que pase en la vida real? ¿Quién no se ha sentido señalado por ser o pensar distinto? ¿Quién no ha escondido un gusto, una preferencia, o una característica física para poder encajar dentro de la sociedad? Por las páginas de X-Men han desfilado un sinfin de personajes y grupos que intentan derribar los estereotipos y darle más protagonismo a las minorías. ¿Ejemplos? ¡Un montón!

• Un judío que sobrevivió al Holocausto de la Segunda Guerra Mundial y perdió la fe en la bondad humana
• Un miembro fundador del equipo es gay
• Una chica africana que tuvo que robar para sobrevivir en las calles
• Un alemán con una profunda fe católica y serios conflictos sobre su apariencia física
• Un ruso que se unió a un equipo norteamericano en plena Guerra Fría
• La entidad más poderosa de origen terrestre (antes del boom de Captain Marvel) era una mujer mutante

• Un mutante ciento por ciento estadounidense,  descendiente de los pobladores originales del territorio
• Un grupo de mutantes que debido a sus características físicas no puede pasar desapercibidos en la sociedad: marginados entre los marginados
• El primer matrimonio entre personajes del mismo sexo en el mundo del cómic

¿Y a dónde va esta larga introducción? La pista está en el segundo párrafo de este texto.

Jonathan Hickman nos regaló una serie introductoria de doce números bajo los títulos de House of X y Powers of X lo que parece estar dando de cierta forma una solución viable a la constante lucha por la coexistencia con los humanos, y se trata de la no coexistencia con ellos, aunque no en un sentido pragmáticamente estricto.

Por desgracia, para que las cosas funcionen, y dejar de perder siempre contra la humanidad, el Profesor X tuvo que abandonar el sueño de compartir el mismo espacio, las mismas políticas, e incluso el mismo idioma con los Homo Sapiens (aunque en lo personal considero que la autoría de esto corresponde a Moira MacTaggert).

Esta forma de torcer los paradigmas fue un planteamiento interesante por parte de Hickman: el sueño de Xavier siempre ha sido un dogma inquebrantable y un pilar importantísimo, tal como mencioné al inicio. Aunque hubo momentos oscuros o secretos, nadie venía venir semejante cambio de perspectiva.

Así nació Krakoa, la primera nación mutante reconocida oficialmente por el resto del mundo. Krakoa cuenta con, entre otras cosas: un idioma oficial, tres leyes fundamentales que garantizan la supervivencia de la especie y la “garantía” de no matar a los humanos, así como un concilio de gobierno formado por doce mutantes divididos en cuatro bloques, mismo que incluye tanto a nuestros héroes favoritos como a los villanos más icónicos de la franquicia.

Sí, es como si la ficción se pareciera a la realidad o viceversa. Las decisiones de una nación dependen también de la gente que en algún momento fue considerada indeseable o nociva.

Pienso que Hickman tiene una construcción bien fundamentada para dar un inicio fresco al universo de los X-Men. Como es su costumbre, ha dejado un montón de información que parece incompleta, que genera preguntas y nos hace elaborar teorías sobre los giros argumentales que vendrán. La contribución del lado artístico, obra de Pepe Larraz y R.B. Silva, complementados por Marte Gracia y David Curiel en el color, reflejan toda la emotividad encerrada en las viñetas, aclimatando con sus trazos y colores la ambientación de la historia.

¿Qué podemos esperar de este nuevo amanecer mutante? Sólo el futuro lo dirá, aunque los indicios que tenemos apuntan hacia algo brillante.

¡Larga vida a los X-Men!