Por Agustín Pepper Amezcua. Publicado originalmente en B.P.R.D. #1 (Bruguera Comic Books, 2014) bajo el título Del negro al rojo: el origen de Hellboy
Hellboy tiene más de dos décadas de publicaciones y de hacer las delicias de sus seguidores; pero no podríamos concebir al querido Rojo ni a todos los personajes y sitios que componen su mitología sin el trabajo de un hombre: Mike Mignola, padre espiritual del grandulón y creador de la vasta mayoría de su universo.
Pero partamos desde el principio. Michael Joseph Mignola nació el 16 de septiembre de 1960 en Berkeley, California. Comenzó su trabajo profesional en 1981, creando pequeñas ilustraciones interiores y eventualmente portadas para la revista The Comic Reader. En 1982 recibió su título en ilustración por parte del famoso Colegio de Artes de California, pero fue a partir de 1983 que su nombre comenzó a ser escuchado en las grandes editoriales. Comenzó entintando títulos como Ka-Zar y The Hands of Shang-Chi: Master of Kung Fu, para después obtener los lápices principales en Hulk, Alpha Flight y la miniserie de Rocket Raccoon.
El trabajo de maquila le sentaba bien en ese momento a Mike, quién iba ganando cierto renombre. Esto lo llevó a comenzar a trabajar con DC Comics en 1987, primero haciendo miniseries como Phantom Stranger y World of Krypton. Fue este trabajo el que llamó la atención del escritor Jim Starlin, quien junto con Mignola desarrolló la épica espacial Cosmic Odissey, de 1988. Sin embargo, Mignola había dejado de sentirse confiado acerca de estos trabajos pues, aunque su técnica era depurada y veloz, los lectores no parecían adaptarse muy bien a su estilo, por demás alejado del superheroísmo de esos años.
Conscientes de esto, las cabezas editoriales de DC decidieron acomodarlo como portadista para el arco Dark Knight, Dark City, una historia de Batman llena de ocultismo, escrita por Peter Milligan, que hizo las delicias de los fans, quienes aclamaron las bellas, oscuras y muy detalladas portadas del joven Mignola. Fue esta aceptación a su trabajo la que lo llevó al siguiente paso: ilustrar las portadas de la serie que marcaría la vida del Caballero Nocturno de manera permanente… A Death in the Family. Tomando este trabajo como un desafío personal, Mignola entregó una serie de ilustraciones completamente desapegadas al estilo que lo había caracterizado hasta ese momento.
Paralelo a sus portadas para dicho proyecto, y junto con el escritor Brian Augustyn, se dio la creación del one-shot en formato prestige titulado Gotham by Gaslight (el primer cómic Elseworld de DC Comics), donde finalmente Mignola mostró su capacidad en los terrenos del terror superheroico y dio sus primeros pasos hacia el nacimiento de Hellboy.
Pero el clavo final en el ataúd, y según el mismo Mignola, la primera historia escrita sobre Hellboy, fue Sanctum, publicada en Legends of the Dark Knight #54 (1993), con argumento y dibujo del mismo Mignola. Éste fue el empujón que al artista necesitaba para darse cuenta de que al fin había encontrado su lugar en el amplio mundo del cómic. De esta manera emprendió un nuevo camino y buscó un hogar para sus propias creaciones.
Encasillar el talento de Mike Mignola en el terreno del cómic sería un error gravísimo, pues el creador de Hellboy posee una amplia gama de trabajos fuera del medio de las viñetas. Por ejemplo, cuando Bruce Timm planeaba su serie animada sobre Batman, buscó en varios lugares a ilustradores que realizaran diseño de personajes para el proyecto. Uno de ellos fue Mignola, cuyo rediseño de Mr. Freeze fue utilizado en esta revolucionaria producción.
Aparentemente Mignola nunca ha podido despegarse mucho de los seres extraños, pues en 1991 la famosa compañía de tarjetas coleccionables Topps le encargó ilustraciones que se utilizarían en su legendaria serie de trading cards basada en los monstruos de Universal Studios, sobresaliendo sus diseños basados en la película Bride of Frankenstein (1935).
Versado en mitologías varias, especialmente en aquellas que involucran vampiros, Mignola fue reclutado por el cineasta Francis Ford Coppola, quien lo contrató como ilustrador y dibujante de storyboards para la aclamada cinta Bram Stoker’s Dracula (1992), de la que también Mignola realizó la adaptación oficial en cómic, publicada también por el sello Topps.
Pero definitivamente el trabajo menos conocido de Mignola, y el que al mismo tiempo ha sido visto por millones de personas, es el que ha realizado para Disney, primero como diseñador de producción en Atlantis: The Lost Empire (2001), filme animado que contó con hermosos diseños suyos inspirados en Julio Verne, pero que lamentablemente pasó sin pena ni gloria, y más tarde como artista conceptual en la aclamada Brave (2012), proyecto cargado con un notorio estilo mignolesco.
El mismo Mignola no ha sido ajeno a la pantalla, pues además de contar con dos famosas adaptaciones live action del Rojo (2004 y 2008) y una tercera en puerta, su obra maestra ha sido llevada a la animación por medio de cintas como Hellboy: Sword of Storms y Hellboy: Blood and Iron, películas coescritas, coproducidas y dirigidas por Tad Stones, creador de Darkwing Duck, quien tuvo el acierto de contar con los actores de las versiones fílmicas para brindar las voces de los personajes en su versión animada.
Además, Mignola también consiguió animar el piloto de otra de sus obras: The Amazing Screw-On Head (2006), un one-shot o número único que en 2003 ganó el Eisner en la categoría de Mejor Publicación de Humor.
Esta obra, con el mismo tono sobrenatural de Hellboy, contó con un humor más ligero y con personajes aún más disparatados (basta decir que su protagonista se basó en la línea de juguetes de Batman, al ser un héroe que podía ajustar su cabeza a distintos trajes listos para cumplir diversas misiones), pero desafortunadamente el proyecto no avanzó más allá del piloto animado.
Esperamos que hayan disfrutado de este breve repaso a la variada y extensa carrera de Mike Mignola fuera de las viñetas, y que estas líneas les permitan entender con mayor profundidad la obra del talentoso californiano.
Trackbacks/Pingbacks