Por Jorge Tovalín
Nacido en España y criado en Argentina, José Luis García-López es una leyenda viviente con más de cinco décadas de trayectoria en el cómic. Dibujante profesional desde los 14 años, comenzó su carrera en títulos como Roland El Corsario, del sello argentino Columba. Más tarde, colaboró en cómics de romance, misterio y horror publicados por Charlton y Gold Key, antes de ingresar a DC Comics.
Fue ahí donde, al paso de las décadas, plasmó su arte en clásicos como Batman vs The Incredible Hulk y Superman vs Wonder Woman, y en series como Deadman, Superman, Detective Comics, Jonah Hex, Star Raiders (primer título de la línea DC Graphic Novel), DC Comic Presents, The New Teen Titans, Atari Force, Cinder and Ashe, The Joker, Batman: Venom, la adaptación de Batman Returns al cómic, Road to Perdition 2, JLA: Classified, DC Special: The Return of Donna Troy, Batman Confidential y Batman ’66: The Lost Episode, entre muchas otras colaboraciones. Su trabajo con Howard Chaykin en la miniserie Twilight (1990) les valió a ambos una nominación al premio Eisner. En el ramo de los elseworlds o historias “imaginarias” dibujadas por García-López destacan Superman: Kal, Batman: Reign of Terror, Superman, Inc., y Doctor Strangefate, por el que fue nominado al Eisner junto con Kevin Nowlan en 1997.
A inicios de los 80 fue invitado por el editor Joe Orlando a crear la guía de estilo de DC Comics, una herramienta para las marcas interesadas en lanzar productos ilustrados con personajes de la casa. Así, desde 1982, su arte ha aparecido en centenares de playeras, juguetes, loncheras, llaveros, tazas, juegos de mesa, pijamas y un sinfín de coleccionables, haciendo de García-López alguien casi omnipresente.
En esta ocasión rescatamos la charla que sostuvimos con el maestro en septiembre de 2016, en su primera e histórica visita a la Ciudad de México, como invitado de honor de La Mole Comic Con.
Comenzó a dibujar a los trece años, ¿Era algo común en los cómics argentinos o se trató de una excepción? ¿Cómo se dio cuenta de su vocación? ¿Desde inicio tuvo apoyo de su familia?
Trabajos publicados en sí, los tuve hasta los catorce o quince años. Siempre tuve el apoyo, sobre todo de mi hermana. La vocación empezó desde muy niño. La mayoría de los artistas de cómics creo que la encuentran desde muy chicos, leyendo cómics justamente, y eso los lleva después a querer hacer lo mismo.
¿Qué cómics leía de niño?
Las cosas de Disney, con el Pato Donald y Mickey Mouse. Después crecí y conocí un poco de superhéroes a través de las revistas que en Argentina llamábamos mexicanas y de todo lo que se producía en el país en ese momento.
A los 26 años viajó a Nueva York y en su primera visita a las oficinas de DC Comics consiguió trabajo como artista. Entre sus primeros trabajos entintó a Curt Swan, pero en 1982 recibió un encargo titánico: dibujar la guía de estilo de DC Comics, uno de los Santos Griales del coleccionismo. ¿Hubo alguna complicación al dibujar tantos personajes?
No hubo ninguna, al menos desde mi parte. En ese momento no vivía en Nueva York, sino en Florida. Me llamaron para platicarme del proyecto. Tras ello, mandaba bocetos por Federal Express, los cuales eran aprobados, entonces los terminaba a lápiz y los enviaba terminados. Si algo no les gustaba, el genial entintador Dick Giordano lo arreglaba.
¿Cuánto tiempo le llevó dibujar la primera edición de la guía?
No tengo idea, pero creo que por lo menos un año. Como se fue actualizando con nuevos personajes o nuevas poses fue algo que no tuvo fin, pues sigue hasta ahora.
Claro, es un proyecto perpetuo, de alguna forma. ¿Qué tan difícil es no repetirse al crear arte para merchandising, sin contar con una historia como base?
Es complicado, pero con tiempo y trabajo algo surge. De todas maneras, en los últimos años, como vieron que muchas de las poses realizadas en los años 80 y 90 tuvieron gran éxito, se han dibujado copias actualizadas de lo que hice en ese entonces.
¿Se encariñó con alguno de esos personajes?
Posiblemente con Batman y Wonder Woman.
¿Qué directrices deben cumplirse al dibujar a personajes insignia de DC Comics? Alguna vez leí que a Superman nunca se le debe mostrar demasiado enojado.
Al principio, lo que me salía naturalmente era lo que les gustaba. Pero en los últimos años quieren a los personajes con actitud. Enojados, pero no demasiado. Se acabaron las sonrisas para Batman, para Superman. Todo mundo está enojado.
De los títulos que dibujó para DC, ¿tiene alguno consentido?
Más de uno: me gustan Cinder & Ashe, Twilight, Jonah Hex, Road to Perdition, Batman vs Hulk. Fue una sorpresa que me convencieran de hacer Superman vs Wonder Woman, ya que después de lo que hicieron Ross Andru y Dick Giordano con Superman vs Spider-Man, no me creía capaz de hacer nada.
¿Es verdad que muy pocos en DC tenían su teléfono, por temor a que Marvel pudiera contactarlo?
De eso no sé nada. Nunca me enteré. Es posible que sea un cuento. Además, el primer año que viví en Nueva York no tenía teléfono. Era un bicho raro. Pero de todas maneras había infiltrados, tanto en DC como en Marvel, de forma que las noticias y las invitaciones a cambiar de bando siempre corrían. Cuando firmé con DC un trato de exclusividad ya no recibí más llamadas. Y me sentí mal por eso, porque no era bueno para mi ego.
¿Alguna vez se sintió tentado de ir a Marvel?
Sí, hubo posibilidades reales. Como sabían que no era muy afecto a los superhéroes, me ofrecieron algo a color y en tamaño magazine, como las revistas de Warren. Pero no tenía el tiempo necesario para hacerlo. Además eso implicaba irme a Marvel y yo estaba muy encariñado con la gente de DC.
De Marvel me habría gustado hacer algo de Conan o Red Sonja. Si ahora me ofrecieran algo con Wolverine me llamaría la atención.
¿Tuvo la intención de lanzar un título con personajes suyos en algún momento? ¿De qué género sería?
Sí, pero soy mejor para dibujar que para escribir. Creo que interpreto mejor el trabajo de un escritor real, de alguien que tenga el talento para eso. Yo tengo el talento para dibujar, nada más.
De hacer algo, posiblemente me gustaría que fuera de ciencia ficción. O de algún personaje de época, algo que me permita recrear los vestidos, las costumbres, el ambiente.
¿Alguna vez pensó que su trabajo tendría tanto impacto y que sería tan admirado por fans y colegas?
No, recién me di cuenta de ello, en los últimos años, a través de Internet. Hace unos años supe de un grupo de Facebook fundado por un admirador francés y creí que era una broma. Yo soy el más asombrado.
¿Cuál es el artículo más curioso que hayan llevado a firmar?
Me han llevado revistas románticas que dibujé para Charlton Comics hace 40 años. Las dibujé a través de un agente cuando vivía en Argentina y nunca antes las había visto impresas. Si en su momento no nos las mandaba la editorial, eran muy difíciles de conseguir. En Argentina eran una rareza, al menos en esa época.
¿Cuál es la principal ocupación de José Luis García-López en un día normal?
Tengo algunos proyectos para el futuro cercano, en los que aún no estoy trabajando, así que aprovecho el tiempo para pasear, dibujar bocetos que llevo a convenciones, y ya.
Hace no mucho dibujó Batman ’66: The Lost Episode. ¿Cuál fue su experiencia con ese proyecto?
Vi muy pocos capítulos de la serie de televisión, pero pude conversar varias veces con Harlan Ellison para hacer ese trabajo, así que eso ya era suficiente estímulo.
Si quieres saber más de la carrera del maestro García-López, dale play a la cápsula especial que le dedicamos en el Podcast Comikaze.