Por Filippo Marzo y Vanessa Molina
En esta ocasión tenemos el gusto de compartirles una entrevista realizada a Dave McKean, director de cine, fotógrafo, músico y reconocido artista de títulos como Black Orchid, Hellblazer, The Sandman, Arkham Asylum y Cages, entre otras grandes obras, en la que platicamos sobre diversos aspectos de su trayectoria. Puedes ver la versión completa (con subtítulos) en este link del canal Comics Reporter.
Si pudieras pasar todo un día con un artista… ¿con quién sería?
Es muy difícil, porque hay tanta gente que he amado a través de los años, es decir… obviamente el maestro Picasso, simplemente porque él mismo se redefinió continuamente, y su ideal de vida era “una vez que dominas algo, recházalo y sigue adelante”. Pienso que esa es una forma maravillosa de vivir, que te mantiene yendo hacia adelante, aprendiendo, te mantiene fresco. Hablaría de muchas cosas con él.
¿Cuál es tu portada favorita de Sandman?
Mis favoritas lo son por diferentes razones y pertenecen a diferentes épocas. Las primeras fueron pintadas y construidas con objetos físicos, por lo que eran muy grandes, enormes. Mi favorita de ese entonces es la del tercer número, que realmente era un retrato de John Constantine. Esa es la única que aún conservo.
Por diferentes razones, también me gusta la primera de las portadas de Brief Lives, ya que mientras todo mundo solía dibujar rostros en primer plano, personajes en acción, mucho fuego y explosiones, imágenes muy energéticas, esta portada se construyó con cositas, y pequeño fragmentos de tipografía. Me gustó ese contraste, siento que resaltaba en los anaqueles porque era muy sutil.
Otra que elegiría sería la de Sandman número 63, con la imagen de una figura con serpientes saliendo de su cabello contra un fondo verde. Esta fue hecha de forma digital, realmente solo entré a Photoshop y creé todos los elementos: la figura en el fondo, un poco de pintura para las serpientes… luego escaneé los elementos por separado y armé la composición en cosa de un minuto. Fue así de fácil y me causa gracia porque fue demasiado rápido. Realmente me gustó y me sorprendió de la misma forma en la que el trabajo de otras personas suele sorprender a la gente. Cuando dibujas y pintas rara vez te sorprendes a ti mismo. Puede que lo disfrutes o que experimentes otras emociones, pero no sorpresa. Esa pieza realmente me sorprendió.
¿Cuál es la obra de la cual estás más orgulloso?
Las cosas de las que me siento orgulloso tienden a ser más recientes. Finalmente hice un cómic del cual realmente estoy orgulloso, fui muy feliz de hacerlo, se llama Black Dog: The Dreams of Paul Nash.
Cages aún es mi bebé, pues fue el primer libro que escribí, así que aún significa mucho para mí. Por otro lado, mi película que más me gusta es la última que se estrenó, Luna, pero no contó con un gran estreno. Ganó en un par de festivales y tuvo un lanzamiento pequeño en BBC para Estados Unidos. Como película no es perfecta, pero dice lo que yo quería que dijera, y eso es importante para mí.
Y han habido un montón de otras cosas, libros como Savage, con David Almond, y recién terminé de ilustrar Crimen y Castigo, de Dostoyevski, lo que me tiene muy feliz. Pero lo que más me emociona siempre es la siguiente cosa que haré, lo que estoy trabajando ahora mismo, que espero sea una buena experiencia.
¿Nos puedes platicar de tu experiencia al realizar la película Mirror Mask con Neil Gaiman?
Fue una gran experiencia de aprendizaje, fue la primera vez que realmente trabajé con actores, actores verdaderamente buenos y eso fue asombroso, pues descubrí que amo trabajar con actores, jugar en el set y encontrar soluciones, pues no siempre obtienes lo que estabas esperando, así que debes improvisar y colaborar para que con suerte se logre algo mejor a lo que tenías planeado. Amé todo eso.
Armamos un pequeño equipo de animadores muy jóvenes, sorprendentes, casi todos eran muy buenos y en verdad se pusieron a la altura del reto, pues no les delegamos solamente pequeños trabajos mecánicos, sino secuencias completas, por lo que también aprendieron mucho. Fue una grata experiencia. Amé hacer la música con Iain Ballamy y Ashley Slater, con quienes he hecho muchos otros proyectos.
Entre las desventajas del proyecto está el que tuvimos muy poco tiempo para escribir algo y entregárselo a Sony Pictures para conseguir el financiamiento. Así que escribimos algo rápido, y cuando lo haces así es casi seguro que no saldrá bien. Puede que tengas buenas ideas, que tengas una buena idea central, pero necesitará ser desarrollada. Extrañamente, en vez de decirnos “nos gustan algunas partes, tómense cuatro meses más para darle forma”, en Sony simplemente nos dieron el cheque y nos dijeron “háganla”.
Estábamos tan asombrados que supusimos que la historia era mejor de lo que pensábamos. Al filmarla nos dimos cuenta de que en realidad habría sido genial dedicarle más tiempo al guion y a mejorar la historia para hacerla menos parecida a una trama predigerida de fantasía.
Otra cosa que me entristeció de la película fue la cantidad de trabajo para crear todos los gráficos por computadora. Fue algo miserable. Estábamos a la vanguardia de la tecnología y todo nos salía mal, todo el tiempo. No tengo buenos recuerdos de gran parte del proceso de la postproducción, aunque seguro que hubo buenos momentos.
La película se hizo hace 15 años, pero jamás la he visto de nuevo. La vi muchas veces cuando la estábamos produciendo, y de nuevo en las primeras proyecciones públicas que tuvo en el Sundance Festival, pero con eso fue suficiente. He visto un par de clips desde entonces, pero me resulta muy difícil mirarla porque me trae de vuelta esos recuerdos tan frustrantes. Quizás la vea de nuevo dentro de cinco años, a ver qué pienso entonces.
¿Cómo ha cambiado tu forma de trabajar con la llegada de la era digital?
De cierta forma no cambió nada porque esencialmente el problema sigue siendo el mismo: hay una idea, una historia, una emoción que tratas de comunicar y solo se trata de encontrar las mejores herramientas, el mejor lenguaje, el mejor tono de voz, ya se trate de un dibujo, una pintura, una película, una canción o una fotografía o lo que sea. Es un ejercicio técnico hasta cierto punto, pero en realidad se trata de intentar resolver el problema, así que de cierta forma es lo mismo.
El Photoshop es sólo otra herramienta, una muy poderosa pero al final es solo otra herramienta. Te permite tener control sobre la proceso de creación de la imagen, te permite intentar cosas rápida y fácilmente, guardarlas o deshacerte de ellas. Puedes jugar más y trabajar más rápido e intentar muchas cosas, al grado de que puede ser un poco peligroso, ya que al intentar hacer tantas cosas puedes perderte al pensar que hay un sinfín de posibilidades. Pero si te enfocas en lo que estás tratando de expresar, la herramienta de Photoshop y los gráficos de computadora son muy poderosos.
Antes de comenzar a utilizar Photoshop, la imagen mental en mi cabeza, comparada con la que lograba plasmar en el papel, quizás se parecía en un 30 o 40 por ciento. Pero después de mezclar fotografía y collage en la computadora con Photoshop, el resultado en pantalla (y por lo tanto en el impreso) se parecía en un 70, 80 o 90 por ciento a lo que yo había imaginado. De modo que sí, tuvo un gran impacto.
Cuéntanos tus proyectos presentes y futuros.
Estoy trabajando en una novela gráfica (Raptor, que se publicará a finales de julio de 2021), de hecho ya casi la termino. Se trata de dos historias paralelas en dos mundos que se intersecan. La primera sucede en el nuestro, pero a finales del siglo XIX. Es una historia inspirada en la vida del escritor galés de terror Arthur Machen. En un punto en su vida, cuando su esposa murió y él estaba de duelo, deseaba desesperadamente que existiera otro mundo, algo más allá de nuestra vida ordinaria, algún reino sobrenatural donde él pudiera reencontrarse con ella.
Y la otra historia, en el otro mundo, es una aventura sobre un cazador de monstruos, de monstruos políticos. Quería escribir algo sobre cómo estamos actualmente en el mundo en términos de política, pero bajo el manto de una historia simbólica, de fantasía. Así que trata de la naturaleza corruptora de la política, y del dolor.
También estoy editando una película llamada Wolf’s Child, la cual fue una obra que escribí para la Wild Works Theatre Company. La filmé muchas veces mientras se interpretaba, así que le creé toda una trama de película alrededor, la cual estoy armando lentamente. Además estoy haciendo otros libros ilustrados y algunas cosas musicales. Y estoy pensando en hacer un grande libro de retrospectiva del arte, el cual espero sea enorme.