Por Luis Carreón
Aunque Marvel Comics surgió como tal en la llamada Edad de Plata, algunos de sus personajes reconocidos provienen de los años 40, tales como Captain America y Namor. Otros no tuvieron tanta suerte y se convirtieron en guerreros olvidados, perdidos en la mitología de los cómics, como es el caso de Destroyer.
Aparecido por primera vez en octubre de 1941 bajo el título de Mystic Comics #8 (publicado por Timely Comics), Destroyer fue una de las primeras creaciones de Stan Lee, de hecho fue su personaje más popular antes de los Fantastic Four. La portada del título corrió a cargo de Alex Schomburg, mientras que los interiores los realizó Jack Binder. El personajes gozó de gran notoriedad en aquellos años, apareciendo en casi todos los cómics editados por Timely, antes de desaparecer casi por completo, pues no sería visto sino hasta los años 70 en una historia de The Invaders, aunque con un origen, identidad y poderes distintos.
Tras ello solo fue motivo apariciones esporádicas o más bien nulas, hasta 2009, cuando bajo el sello MAX de Marvel Comics se publicó una miniserie de cinco números, escrita por Robert Kirkman (The Walking Dead, Invincible) y dibujada por Cory Walker (Invincible), en una aventura llena de sangre y acción, con quijadas rotas, balas volando, explosiones catastróficas y devastación. Aunque el dibujo por momentos queda a deber, la historia es ágil y las portadas de Jason Pearson son muy bellas.
Destroyer es un súper agente de nombre Keen Marlow, encargado de detener todo tipo de amenazas, quien ha estado activo desde la Segunda Guerra Mundial. Su condición parte del mismo suero del supersoldado administrado a Captain America, pero sin el baño de vita-rayos, por lo cual Marlow ha envejecido de una manera más natural. La historia de esta miniserie arranca cuando Keene recibe una noticia: está muy próximo a morir. El retiro es inevitable. No hay otra opción… ¿o sí?
El lado humano es lo que más aporta a la miniserie, ya que Marlow tiene una esposa a la cual encuentra difícil revelarle su estado de salud, una hija a la cual siempre ha querido proteger de vivir una vida similar a la de su madre, y una nieta de la que no quiere despedirse. Antes esta situación, Destroyer solo tiene una opción para proteger a su familia: eliminar lo más rápido posible a todas las personas y organizaciones que representen una amenaza para sus seres queridos, aunque eso signifique desenterrarlos de su pasado. De esta forma tenemos a un héroe desesperado, implacable, sin nada qué perder, en una carrera contra reloj.
La principal pregunta que plantea esta miniserie es ¿cuál es el momento de hacerse a un lado y dejar el camino a otros? Podrás respondela al echarle un ojo a esta interesante miniserie y recordar a un guerrero olvidado.