Por Jorge Tovalín
Bienvenidos a la segunda entrega de nuestra nueva sección dedicada a los mejores, peores y más raros crossovers comiqueros.
En 2013, gracias a la colaboración entre IDW y DC Comics, los seguidores de dos personajes clásicos de la historieta estadounidense pudieron divertirse con el encuentro de The Spirit, creación del legendario Will Eisner, y The Rocketeer, del también finado Dave Stevens, en una miniserie escrita ni más ni menos que por Mark Waid, prestigiado escritor de bestsellers como Kingdom Come (checa el episodio del Podcast Comikaze dedicado a esta obra) y actual publisher del sello Humanoids.
Compuesta por cuatro números, todos publicados por IDW, la historia se desarrolla en 1941 y tiene como punto de partida la sospechosa muerte del concejal Thomas Cunningham, funcionario de Central City, quien tras oponerse a ceder el control de las ondas televisivas a un grupo empresarial privado, aparece asesinado en una playa californiana, donde es descubierto por la hermosa modelo y aspirante a actriz Betty (basada en la famosa pin-up girl Bettie Page), novia del piloto de acrobacias Cliff Secord, identidad civil de The Rocketeer, héroe que combate al crimen con ayuda de un cohete propulsor.
En vida, el concejal ultimado era amigo del comisionado Dolan, lo que sirve como pretexto para que éste, su hija Ellen y su aliado, el justiciero conocido como The Spirit, vuelen a California para investigar cómo, en sólo unas horas, el cuerpo de Cunningham pudo aparecer a miles de kilómetros del último lugar donde se le vio vivo. Tras quedar establecido este escenario, el primer número de la miniserie presenta el encontronazo entre los héroes protagonistas, quienes siguiendo una de las recetas de los crossovers, confunden momentáneamente al otro con el villano a vencer.
El arte en el primer número de Pulp Friction corre a cargo de Paul Smith, cuyo dibujo limpio y realista rinde cierto homenaje al de Eisner, principalmente en las expresiones faciales de los personajes. En suma con el color de Jordie Bellaire, ambos dotan a la historia con una atmósfera que logra transportar al lector al inicio de la década de los 40.
Las siguientes entregas de la miniserie conservaron a Waid en el guion, pero rotaron su equipo artístico, con Loston Wallace y Bob Wiacek en el segundo número, y la dupla de J Bone y Rom Fajardo en el tercero y cuarto, siendo estos últimos dos quienes manejaron un estilo más caricaturesco, que recuerda al de Darwyn Cooke y Bruce Timm, lo que aunque es muy agradable a la vista, contrasta mucho con el capítulo inicial.
Más allá de la buena dosis de acción, intriga y comedia, lo más disfrutable de este crossover es sin duda el conflicto romántico entre ambas parejas, ya que mientras Betty es cautivada por la galanura del misterioso Spirit, Ellen Dolan poco a poco se siente atraída por Rocketeer, lo que brinda al lector las escenas más simpáticas del título.
Ya que ninguno de los héroes es particularmente popular en México se antoja imposible que esta aventura se publique en nuestro país, de modo que la mejor forma de disfrutarla será en su edición original, conseguible a través de tu tienda de cómics de confianza o en Amazon.
Calificación: ⭐️⭐️⭐️⭐️
La próxima semana: Superman vs Muhammad Ali.
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