Por David Méndez. Publicado originalmente en Comikaze #37 (junio 2019)
Para muchos lectores de cierta edad, este título tal vez les remita al actor Luis Gimeno (1927-2017), quién por poco más de 28 años dio vida al protagonista de los comerciales del jabón Ariel (incluso tuvo un Record Guinness por ello), quien en cada anuncio evocaba el movimiento de las lavadoras de barril al funcionar. Sin embargo, la frase del chaca-chaca no se limitó a dicho producto de limpieza, sino que sobrepasó las pantallas televisivas, al convertirse en una referencia en doble sentido al acto sexual.
La última parte del siglo pasado fue una época en la que las publicaciones de humor, llenas de doble sentido y albur, proliferaban en los puestos de revistas. Más allá de lo que pudiera pensarse, en una industria de historietas sana, estas revistas fueron un semillero de artistas que desfilaron por las incontables páginas de títulos como Chistes para contar, El Cotorro, VideoRisa, Ja-Ja, MAD México y Chistes y Chicas, entre muchas otras.
Pero sin lugar a dudas, una de las más recordadas es El Mil Chistes, que rebasó el medio millar de números. Esta era una revista prohibida para los menores de edad, por su elevado tono de humor y sus dibujos picantes de mujeres exuberantes y exageradas, que sin embargo no llegaban a la vulgaridad de las revistas de bolsillo de inicios del siglo XXI.
Para meterles ya en el tema y no desviarnos más (hablar de todas las publicaciones de este tipo sería muy largo), siéntense con esta, su revista favorita, que toca leer sobre un personaje salido de las páginas de El Mil Chistes, fruto específico de los lápices e imaginación de Daniel Benítez El Chido Guan. Nos referimos al galán con cara de moco… CondónMan.
Desde sus inicios, El Mil Chistes se publicaba en tritono (blanco, negro y naranja, con sus respectivos derivados); y más adelante sus páginas centrales se imprimieron a todo color. En ellas, por un tiempo, se publicaron las aventuras de diferentes personajes de autor, tales como Falopio, Mata Hari, Demetrio Lacra, El Cazador de Horrores, Drucker, Sósimo Memelas, y CondónMan, cuyas aventuras comenzaron a publicarse a finales de 1991.
Este curioso superhéroe obtuvo su propio título, CondónMan El Enmascarado de Látex, en septiembre de 1993, siendo publicado por Editorial del Grupo AGA. A lo largo de sus seis únicos números, compartió las páginas de la publicación con Demetrio Lacra y Sósimo Mememelas, cada uno con aventuras individuales. Al cierre de su revista, CondónMan regresó a las páginas centrales de El Mil Chistes.
CondónMan es un héroe cuya identidad secreta se esconde bajo un gran preservativo rojo que le cubre toda la cabeza. Porta capa, guantes, hombreras, chaleco y unos grandes tenis. La temática de su galería de villanos gira en torno a la sexualidad, y sus aventuras tienen lugar en Smogópolis, en el año 2033. El principal y más grande enemigo del cabeza de látex es el Dr. Zoide, un espermatozoide sobreviviente a un coito interrumpido, cuya venganza es embarazar a todas las mujeres del mundo. ¿Su principal obstáculo? Nuestro cachondo héroe.
El villano crea y reúne a una increíble cantidad de enemigos, como El Cornudo, esposo engañado que fue transformado en un gran toro cibernético; Mamá Dorita, enorme boca con piernas enfundadas en lasciva lencería, toda una devoradora de hombres; Fajamaleón, reptil que cuenta con una larga y viscosa lengua que usa para excitar a las féminas; Frígora, una exuberante mujer soldado incapaz de sentir algo durante las artes amatorias, además de Sidácuaro, La Alacrana, Témpano, El Supertlaconete, Las Hermanitas Billar, El Tetívoro y El Jíbaro, entre otros.
Mientras Batman tiene su batiseñal y El Chapulín Colorado responde al llamado de Y ahora… ¿quién podrá defendernos?, CondónMan cuenta con la Lubriseñal, que consiste en inflar un preservativo y soltarlo, cual globo de fiesta (acción realizada generalmente por una encamable chica). Entonces, la Condóncomputer capta la señal y le da aviso al enmascarado o Pandaman, su fiel ayudante entrenado por los Reyes Magos, para que Condónman salga disparado cual líquido seminal en defensa de los ciudadanos.
Este héroe cuenta con su su Condoguarida y con todo un arsenal para combatir a los villanos, incluyendo el Pingamóvil, motocicleta voladora que le permite desplazarse por la ciudad gracias a su propulsión a chorro; su pistola preservadora, que guarda en su entrepierna y que se activa con sólo bajar el cierre del pantalón, tras lo que puede disparar condones que encapsulan a sus rivales, y la Riata Colgante, una cuerda con gancho que manipula con gran habilidad para columpiarse y sorprender a los malosos.
Al verse debilitado, Condónman tiene una forma infalible de recuperar sus fuerzas y volver a la batalla… basta con que una o varias bellas chicas se sacrifiquen y hagan el chaca-chaca con él para reestablecerlo al ciento por ciento. Eso sí, Condónman siempre usa preservativo, pues además de defender a la ciudad, es un defensor del sexo seguro, lo que seguramente buscaba funcionar como un mensaje para los lectores, quienes estaban en plena edad de practicar el deporte favorito de Smogópolis, por lo que podríamos considerar a Condónman como un novedoso precursor de las campañas de salud sexual modernas.
Cabe mencionar que en noviembre de 1992, como parte de los especiales que publicó El Mil Chistes, CondónMan compartió escena con personajes como Falopio el vikingo (creación de Sergio García Segar) y la potable espía Kama-Hari (de Rubén Lara El Bachiller). En este especial, CondónMan y Falopio protagonizan en duelo de hazañas, con el fin de ver quién de los dos merece irse la cama con la linda espía. Así, en el cómic se presentan dos aventuras del vikingo y tres del enmascarado, aunque Kama-Hari termina liándose con el elefante rosa de los chistes de borrachos.
Lo interesante de esta edición es que cada autor dibujó a su personaje, con los fondos realizados por los tres artistas, quienes también realizaron la portada, la cual contó con color de Antonio Santillán y contraportada de E. Quezada, quien plasmó con su estilo a todos los protagonistas.
Hace no demasiado tiempo se preparaba el regreso del personaje por medio de alguna plataforma digital, y aunque aún no se ha concretado, esto no le ha impedido a CondónMan mantenerse firme como un personaje que logró penetrar de manera profunda en el imaginario de los lectores de historieta nacional.