Por David Méndez Jiménez. Publicado originalmente en Comikaze #7 (noviembre de 2009).
Al principio no había más que imágenes estáticas; después nacieron las historias construidas por viñetas, que aprendieron a moverse gracias al cinematógrafo. Pero Walt Disney aplicó la formula al revés, yendo de la animación al cómic, con muy buenos resultados. Las primeras animaciones que realizó el legendario Walter Elias Disney, se dieron en 1920, trabajando en distintos estudios, donde creó una gran variedad de personajes, que sin embargo, no le pertenecían (como el Conejo Oswald).
Tiempo después, en 1928, ya en sus propias instalaciones, Walt dio vida a su hijo predilecto, un ratón llamado Mickey, que nació casi junto con la animación sonora. Tras dos apariciones, el roedor saltó a la fama al protagonizar su tercer corto (el primero con audio), llamado Steamboat Willie, el cual abrió las puertas a diversos personajes de Disney, mismos que con el tiempo evolucionaron y ganándose un lugar entre el público.
En enero de 1930, los protagonistas de la naciente factoría Disney comenzaron a aparecer en los diarios, siendo Mickey el primero en hacerlo. Para 1932, empezaron a editarse tiras dominicales del ratón, acompañadas de una historia extra de Silly Symphonies (serie de cortometrajes en los que debutaría Donald Duck).
Ocho años más tarde nació Walt Disney’s Comics and Stories, antología que presentó nuevas historias de la camarilla de Mickey, convirtiéndose en la punta de lanza de Disney en el terreno del cómic. Desde entonces, las aventuras de estos personajes se han adaptado y traducido para diversos países; incluso algunos sellos extranjeros obtuvieron las licencias para crear sus propios cómics, como pasó en Alemania, Italia, Argentina o Suecia.
México no podía ser la excepción, pues también aquí hemos tenido cómics de Disney, aunque no hemos contado con una producción nacional en cuanto a contenidos. En octubre de 1949, EMSA, más tarde conocida como Editorial Novaro, comenzó su publicación de cómics, precisamente con Cuentos e Historietas de Walt Disney, título que por mucho tiempo sirvió para dar nombre a los cómics en general, que durante largos años serían conocidos como cuentos. Con el tiempo, la editorial diversificó sus temas y productos Disney, teniendo, en el área de comics, tres títulos: Cuentos de Walt Disney, Variedades de Walt Disney e Historietas de Walt Disney, que se publicaban en los tres formatos que manejaban en ese entonces: Colibrí, Águila y Avestruz.
En total, por más de 30 años, Novaro publicó cerca de 2 mil 900 números dedicados al emporio Disney, incluyendo libros, cuentos, enciclopedias, ediciones especiales y extraordinarias con diferentes formatos y número de páginas, como fueron Clásicos de Lujo, Cuéntame un Cuento, Estampas, Estrellitas, Libro Club, Mundo, Perfiles y Recreo, además de Walt Disney Presenta en su edición normal y de tapa dura.
Entre 1985 y 1988 llegarían a México, gracias al sello Montena, los títulos madrileños Especial Disney, Yo Donald, Don Miki y Juegos Disney, que proponían formatos que no existían en México, con dimensiones mayores a las de un cómic regular y con una extensión que iba de las 60 y hasta las 194 páginas. Por esos mismos años, en el periodo de 1986 a 1989, Editorial Cóndor, en convenio con Novedades Editores, publicó los cómics Disneylandia y Pato Donald, este último en formato media carta.
De 1990 a 1993, Editorial Abril Cinco (de origen colombiano) y Publicaciones CITEM tomaron la batuta para publicar sus títulos en América Latina, por medio de las colecciones Disneylandia, Show Disney, Tribilín, Disney Aventuras, Clásicos Disney (adaptaciones de las películas), Pato Donald, Dinosaurios (tres diferentes publicaciones, una con fotogramas de la serie de televisión, una revista de pasatiempos y un cómic en media carta), Tío Rico, Chip y Dale Comando Rescate, Mickey, Daisy, Fantasía (otra revista de pasatiempos), así como las historietas Daisy, Mickey, Pato Donald y Disney en tamaño gigante.
Entre 1994 y 1997, Ediciones Enigma publicó adaptaciones de las cintas Toy Story y El Jorobado de Notre Dame, así como el título Gargoyles, Héroes Góticos, cómic inspirado en la famosa serie animada. Pero quizás lo más novedoso de Enigma fue Disney Aventuras, revista de 96 páginas en tamaño media carta, que presentaba artículos diversos, pasatiempos y cómics.
Ya en el 2000, Grupo Editorial Televisa lanzó pequeños cómics en media carta, de 16 páginas cada uno, con la premisa de ser los más baratos del mercado (casi 70 por ciento más económicos que la competencia). Bajo el sello Disney Comics Presenta, Televisa publicó Mickey, Rico McPato, Donald y Goofy, que a mediados de 2006 crecieron a tamaño tabloide. Sin embargo, estas colecciones no pasaron de los 20 números.
Además de las adaptaciones de películas como Cars o Ratatouille, algunas publicaciones Disney (que son parte cómic y parte revista) que han logrado sobrevivir hasta nuestros días, son Witch, Hadas, Playhouse Disney, Winnie Pooh, Princesas y Tic Tac Disney, las cuales mantienen vigente la fantasía Disney en México para las nuevas generaciones.
25 junio, 2019
Hola David, muy interesante artículo, quizá puedas ayudarme indicándome en que zona de la ciudad de méxico puedo conseguir algunas de las historietas de disney. Gracias de antemano.