Reseña SIN spoilers/ Por Raúl Wakko Hernández
Antes que nada, hay que recordar que desde su primera película, este universo fílmico creado por FOX con los personajes de Marvel se ha tomado muchas libertades en cuanto a adaptación de lo que sucede en los cómics. Desde la imagen de los personajes (en las historietas, Wolverine era un chaparro feo y peludo y ahora no hay manera de no visualizarlo como Hugh Jackman, por lo que incluso el personaje llegó a ser modificado en las ediciones impresas), hasta las edades y temporalidades en las que coinciden y conviven los personajes.
También está el hecho de que ya vimos algo así como una versión de Dark Phoenix en X-Men: La Batalla Final, allá en el lejano 2006, donde en vez de ser una fuerza cósmica, El Fénix era realmente el poder oculto de Jean Grey, reprimido por unas barreras mentales que le puso el Profesor X cuando era una niña, y que terminan rompiéndose al final de X-Men 2 en un momento en el que se supone que Jean pierde la vida al sacrificarse para salvar al equipo.
La crítica y los fans no tomaron muy bien esta decisión, puesto que supuestamente la Fuerza Fénix es un poder tal que rivaliza con seres de la talla de Galactus, y por supuesto en el filme no se iba a mostrar como tal. Ahora, ya teniendo eso como antecedente, ¿tomaron los creativos la decisión de ir por un camino distinto en esta nueva versión?
Sí y no.
Trece años han pasado desde esa película. X-Men: Dark Phoenix está ambientada en 1992, con un mundo que acepta e incluso vitorea a los mutantes, los ve como superhéroes. Como vimos al final de X-Men: Apocalypse, Mystique (Jennifer Lawrence) se vuelve la líder de un joven equipo de mutantes, conformado por Cyclops, Storm, Quicksilver, Nightcrawler y Jean Grey, con Beast como el encargado de desarrollar la tecnología necesaria para el grupo y su entrenamiento. ¿Recuerdan esos interesantes diseños de uniformes que vimos al final de Apocalypse? Pues es todo lo que vimos de ellos, ahora decidieron ir por algo más sobrio y usan una especie de pants con una enorme X amarilla en el torso. No me quejo, de hecho se ven bastante bien, pero me hubiera gustado ver más de los otros.
Al inicio, los X-Men tienen una misión: rescatar a un equipo de astronautas cuyo transbordador quedó varado en el espacio, y están en peligro de recibir de lleno una llamarada solar, que realmente es otra cosa, y que termina siendo absorbida por Jean para evitar que el resto muera. Jean lo soporta, la misión es un éxito, y todos contentos… hasta que Jean comienza a experimentar cambios, y se da cuenta de que ahora posee un poder que probablemente no pueda controlar. Nada bueno si consideramos que ella sola es inestable en cuanto al uso de su mutación. Con esto, llega el punto de quiebre donde el equipo trata de ayudarla, y ella tiene un momento de descontrol, pues sólo busca que la dejen sola y que las voces se callen. Esto trae consecuencias que harán que el equipo quede dividido y cada uno deba tomar una decisión respecto a lo que hay que hacer para detenerla.
De forma paralela, aparece un personaje extraño: una mujer (Jessica Chastain) que busca desesperadamente a Jean Grey, y que tratará de orientarla para que aprenda a mantener en control sus nuevas habilidades. Hay varios enfrentamientos, entre distintos bandos, sólo para darse cuenta de que la Fuerza Fénix es demasiado poderosa y destructiva.
Todo esto no suena tan mal, de no ser porque tiene bastante de la historia de X-Men 3: Charles Xavier sí tuvo qué ver con unas barreras mentales que utilizó para protegerla cuando era niña, y que llegan a ser la gota que derrama el vaso cuando se manifiesta el poder del Fénix. La diferencia, aparte del elenco y la temporalidad, radica en el tono. Se buscó un tono más serio, menos de superhéroes (que se nota, por ejemplo, en la música, pues trajeron a Hans Zimmer en vez de John Ottman, y sus estilos son muy diferentes). Dark Phoenix es escrita y dirigida por Simon Kinberg, quien también escribió X-Men 3, y cuyo trabajo mejor criticado como escritor es Days of Future Past… aunque también tiene en su historial la espantosa Fantastic Four de 2015. Si bien trató de alejarse de su idea original, mantiene la estructura, y sólo se agrega el elemento cósmico, lo cual incluye la aparición de extraterrestres… aunque sin mucho sentido, sobre todo porque es algo que no se había mencionado en toda la saga y realmente no creo que sea un aporte positivo a la historia, que finalmente termina siendo algo plana y predecible. Aunque lo intentan, no hay momentos de emoción, y creo que realmente lo único rescatable es la secuencia en el tren: una verdadera joya visual, tanto en efectos como en coreografía, que podría por sí sola (taaal vez) valer el boleto del cine.
Mi descripción sería cumplidora pero insípida. No es Fantastic Four, pero está muy lejos de estar entre las mejor calificadas de la saga mutante. Una verdadera lástima, pues terminó siendo la despedida / pase de estafeta de los hijos del átomo, que cambian de casa al ser Fox ahora propiedad de Disney.
La pregunta ahora es: ¿se atreverá Marvel Studios a darle continuidad al elenco actual, sobre todo pensando en sus edades? Yo esperaría que sí, porque hemos visto poco de ellos, y creo que no lo han hecho mal. Incluso este Quicksilver resultó mejor recibido que el del MCU.
Peeeero… la opinión más importante, es la propia. ¿Quién sabe? A lo mejor estoy siendo muy severo o esperaba algo más, y resulta que a usted, amable lector, sí le gusta. O coincidimos y mejor esperamos a lo que vaya a hacer Marvel Studios. ¿Se imaginan un Avengers/X-Men en cine? (una lástima que ya no sería con los Avengers originales, pero a lo mejor sale algo cool).