Por Jorge Tovalín
Con más de un año de retraso en su estreno, la pieza faltante del rompecabezas del Universo Cinematográfico Marvel por fin llegó a la pantalla grande el pasado 8 de julio y a la plataforma Disney Plus un día después bajo la modalidad Premier Access. Podemos decir que ese tiempo de reposo obligatorio (debido a la pandemia de COVID-19) no le sentó nada mal a Black Widow, dirigida por la australiana Cate Shortland, pues a pesar de la espera se siente muy fresca.
Ambientada tras los acontecimientos de Captain America: Civil War (2016), esta aventura presenta a la superespía Natasha Romanoff como una fugitiva del gobierno estadounidense, quien se ve forzada a revisitar una parte de su pasado para detener un plan de dominación mundial a cargo de Dreykov, cabeza de La Habitación Roja, programa soviético secreto de adiestramiento del que la misma Romanoff formó parte de manera involuntaria durante su juventud.
Mientras que el arrogante Dreykov, interpretado por Ray Winstone (a quien los más añejos recordarán como Will Scarlet en la serie ochentera Robin of Sherwood, producida por la BBC), es el cerebro de esta operación, el músculo a vencer es Taskmaster, un supersoldado capaz de replicar a la perfección los movimientos de sus contrincantes, por lo que es un hueso muy duro de roer para cualquiera que se atreva a enfrentarlo. Cabe decir que Taskmaster, creado por David Michelinie y George Pérez, apareció por primera vez hace más de 40 años en las páginas de Avengers #195 (1980). Sin duda, las coreografías de pelea que involucran a este personaje, que mezclan las habilidades de varios héroes Marvel que hemos visto en acción, son de los ingredientes más atractivos de la cinta.
Para lograr su cometido, la heroína (con Scarlett Johansson en su octava y última aparición como la Viuda Negra) contará con la ayuda de su “familia”, conformada por Red Guardian (David Harbour de Stranger Things y la versión reciente de Hellboy), símil soviético del Capitán América quien añora sus días de gloria; Melina Vostokoff (Iron Maiden en los cómics, en la piel de la siempre hermosa Rachel Weisz), y Yelena Bolova (Florence Pugh, nominada al Oscar en 2019 por Mujercitas), una de las chicas entrenadas en La Habitación Roja, quien ha logrado suprimir el lavado de cerebro que la mantenía atada a dicho programa.
Mientras que David Harbour brinda varios de los mejores momentos cómicos de la cinta como un héroe viejo y en clarísima decadencia, Pugh logra robarle cámara a Scarlett Johansson como la aguerrida y ácida Yelena, lo cual es un acierto, puesto que una de las intenciones de la directora era que esta película sirviera como un pase de estafeta tras la muerte de la Viuda Negra en Avengers: Endgame (2019). Divertida, joven y muy bella, Pugh (25) luce muy a gusto con su rol y promete ser una digna sucesora de Johansson (36), con o sin el traje de cuero de Black Widow en su anunciada participación en la serie Hawkeye, de próximo estreno en Disney Plus.
Además de los obligados cameos y referencias a otros personajes del universo marvelita, Black Widow ofrece dos horas de entretenimiento puro, con escenas de gran dinamismo (una persecución a bordo de un tanque inevitablemente hará recordar a Pierce Brosnan en Goldeneye) y las pizcas de humor características de toda película de Marvel Studios, pero también se toma el tiempo de hacer un alto total para mostrar escenas de calma en las que el centro es la relación afectiva entre el grupo de aliados, lo que da como resultado un producto muy equilibrado y disfrutable, que lleva a la familia (natural o por elección) como discurso central, como se puede ver desde la primera y muy emocionante secuencia.
Como siempre, es obligatorio esperar a los créditos finales para ver una escena extra, que en esta ocasión no solo tiene una carga emotiva especial, sino que hace encajar a Black Widow con las series marvelitas de Disney Plus. Sin echarla a perder, es importante anotar que dicha escena fue filmada mucho antes que se estrenaran Wandavision, Falcon and the Winter Soldier o Loki.
Curiosamente, pese a ser dirigida por una mujer, como parte del interés de Disney/ Marvel Studios en reclutar a realizadoras que puedan dar voz a sus personajes, Black Widow no dejó de lado el “eye candy” para el público base de la cinta (masculino en su mayoría), por lo que en más de una ocasión encuadra (intencionalmente, aunque con poca justificación) el trasero de la protagonista, lo que pareciera una tradición en la saga de Avengers.
Calificación: 8.5 de 10