Por Luis Maggi
Dirigida por Roman Polanski, J’Accuse, titulada en México como El acusado y el espía, es una verdadera joya que explora el largo caso de Alfred Dreyfus (Louis Garrel), oficial de artillería injustamente acusado y condenado en 1894 por traición a la patria.
Estrenada originalmente en 2019 y con una docena de nominaciones al Premio César, el film que ahora llega a México bajo el brazo de Gussi Cinema no es narrado desde la óptica del condenado, sino a partir de un espectador de los hechos, el Teniente Coronel Georges Picquart (Jean Dujardin) primera persona que en ese entonces se dio cuenta de las irregularidades en el juicio de Dreyfuss, quien permanece recluido en la Isla del Diablo.
Si bien podría pecar de ser algo larga, con una duración de 132 minutos, la realidad es que cada uno de ellos es indispensable para contar con lujo de detalle la historia. Desafortunadamente, la cinta ha recibido un fuerte rechazo por parte de las compañías distribuidoras en Estados Unidos y Francia. Haciendo a un costado la vida dramática y polémica de Polanski, desde el asesinato de su esposa Sharon Tate a manos de la secta de Charles Manson, hasta los cargos por violación a una menor en 1977, y posteriormente acusaciones por parte de diversas mujeres, el film es una exquisitez que cumple con varios puntos cruciales que permiten recomendarla ampliamente.
El hecho de que la trama gire alrededor de un hecho histórico controversial, con tintes de racismo, garantiza el interés de varios sectores de la audiencia, pero el aplomo del elenco en su interpretación, la magia que el país galo brinda en casi cualquier film, así como la dirección de Polanski y la banda sonora a cargo de Alexander Desplat, hacen de este filme un deleite que debe verse a como dé lugar.