Cempoaxóchitl, de Rosalba Jaquez

Por Everardo Ferrer

Hace justo una década se hacía el anuncio del lanzamiento de Cempoaxóchitl, webcómic de la muy talentosa ilustradora, dibujante, artesana, diseñadora, tatuadora y emprendedora Rosalba Rox Jaquez, en el que nos presentó la historia de Yunuen, una chica que desde muy pequeña da muestras de poseer un don muy especial: el de tener contacto y comunicación directa con los muertos. Esto la lleva a relacionarse con diferentes personajes que adquieren gran relevancia en su vida.

Yunuen es una huérfana que queda al cuidado de su abuela, con quien mantiene una relación muy estrecha, y espera con gran ansia las festividades de Día de Muertos, pues es cuando su don puede ser mejor aprovechado. De entre los difuntos que se manifiestan en estas fechas, ella tiene predilección por Los Olvidados, esos muertos a los que nadie recuerda y que no tienen una ofrenda a la cual llegar, pero que, sin embargo, cruzan el umbral que divide su mundo del de los vivos.

Y es precisamente con personajes de ambos mundos con los que Yunuen vive una historia entrelazada. Por un lado está Don Cayetano, un anciano que la mayor parte del tiempo está ataviado como si fuera a bailar eternamente La Danza de Los Viejitos, y por el otro está Tonatiuh, el espíritu olvidado de un rockero, que viste una playera de Three Souls in My Mind. Aunque Yunuen en un principio lo ignora, ambos personajes tienen una conexión siniestra, y uno de ellos podría no ser lo que aparenta. Este vínculo está relacionado con una entidad milenaria, un ambicioso dios antiguo, cuya hambre de almas es insaciable y quien supo adaptar a su conveniencia las creencias que trajeron los conquistadores, convirtiéndose en una especie de Mefistófeles que compra almas a cambio de favores, y entre sus deudores se encuentran precisamente, Don Cayetano y Tonatiuh, que recurrieron a él para que los ayudara en sus situaciones sentimentales, aunque ambos vivieron finalmente en su momento su propia historia de amor fallida, encontrando en Yunuen una especie de tabla de salvación.

Rox maneja perfectamente el entorno que, muy similar a la tradición de las leyendas de la Nueva España, enmarca esta extraña historia de amor, de amor a la vida y de amor a la muerte, con ese sentimiento mexicanista que nos indica que la muerte es un nuevo principio y que nadie muere realmente hasta que deja de ser recordado. Cempoaxóchitl es una historia, emotiva y entrañable, que resalta y valora lo que la muerte significa para el pueblo mexicano.

El trabajo de 2010 se ha visto remozado con la ayuda de Humberto Garrido. La historia de largo aliento está dividida en pétalos, no en capítulos, ya que, finalmente, se trata de una flor, la Flor de los Muertos. Algunos de estos pétalos han sido ilustrados por artistas como Salvador Mürdok Heras, Rocío Pérez Momo, Ana Luisa Álvarez Narváez y el propio Garrido, quienes dotaron a la obra de diferentes estilos artísticos, enriqueciéndola.

La experiencia de leer la historia completa es muy distinta a la de hacerlo por entregas, como lo fuera en un principio a través de una página web, o actualmente a través de Facebook o de la aplicación Central Fixión. Ahora, algunos afortunados tendrán la oportunidad de leerla entera, ya que la autora pondrá a la venta una limitadísima edición impresa, que verá la luz, precisamente, este Día de Muertos. Para saber cómo obtener un ejemplar, los invitamos a visitar la página de Cempoaxóchitl-webcómic en Facebook, haciendo clic aquí.