Por Luis Carreón
Y si existieran los superhéroes… ¿que pasaría? Las respuestas suelen discurrir en lo cotidiano, como la presencia de personajes que buscan salvar el mundo, usan trajes coloridos, y protagonizan peleas contra villanos. Pero en la vida real, la respuesta quizá sea más sencilla: alguien haría un reality show con ellos.
Es bajo esta premisa que transcurre America´s Got Powers, escrita por Jonathan Ross, controversial presentador británico de televisión, y dibujado por Bryan Hitch, reconocido artista de exitosos cómics como The Authority y The Ultimates.
El título de esta miniserie de siete números, publicada en 2012 por Image, no es ninguna coincidencia, pues se trata justamente de una parodia de America´s Got Talent, el show televisivo creado por Simon Cowell, que actualmente tiene versiones locales en más de 50 países.
¿De que va esta obra? En San Francisco, hace 17 años, un extraño y luminoso cristal cayó del cielo, provocando que todas las mujeres embarazadas en un radio de cinco millas dieran a luz (sin dolor y sin importar el tiempo de gestación) a una generación de infantes con algo en común: poderes sobrehumanos.
Tras algunos años y a pesar de lo inexplicable de dicho suceso, se hizo lo más lógico que podría pensarse: se construyó un estadio y se creó un torneo de transmisión mundial que enfrenta a los jóvenes prodigios en una especie de batalla campal llena de luces, cámaras y celebridades. Una mezcolanza de Juegos Olímpicos y un show de talento.
Sin embargo, el poder y la fama son solo una pantalla, ya que no todos los jóvenes tienen las mismas capacidades. Solamente los más fuertes son reconocidos, mientras que el resto es marginado de lo que ya de por sí es una minoría. El protagonista de la historia es justamente Tommy Watts, el único jovencito de su generación que nació sin poderes.
Al inicio de la nueva temporada del show, un sangriento evento pone fin al frágil equilibrio y coloca a Tommy en el foco de los reflectores, lo que toma a todos por sorpresa, incluso a quienes jalan los hilos detrás del telón, cuyas verdaderas intenciones corren el riesgo de ser descubiertas.
A pesar de los villanos cliché, la premisa de la obra y el trasfondo crítico sobre las minorías son interesantes, además de que el cómic opina sobre el siempre controversial “bien mayor” y la enajenación frívola de las masas en torno a un espectáculo que los mantiene cautivos e ignorantes.
El dibujo de Hitch es muy bello, con un trazo dinámico y moderno, plagado de acción y con sus características e impresionantes splash-pages que siempre nos enamoran. Las portadas son muy atractivas y elegantes, y aunque puede ser muy reminiscente de otros trabajos suyos, no dejan de ser efectivas.
Esta historieta llegó a México en 2015, gracias a Panini Comics, y aunque tras seis años puede costar un poco de trabajo rastrear dicha edición, valdrá la pena el esfuerzo. Quienes deseen irse a la segura pueden hallar la versión en inglés en este link de Amazon.