Por Jorge Tovalín. Publicada originalmente en Comikaze #33 (abril de 2016)
En su primera visita a México, Comikaze tuvo la oportunidad de moderar la charla que el reconocido creador de cientos de portadas protagonizadas por hermosas heroínas ofreció a sus fans como invitado de honor de La Mole Comic Con. A continuación te presentamos la transcripción de lo más sobresaliente de esta charla con Adam Hughes, un gigante de la ilustración comiquera.
Considerando que eres autodidacta, ¿qué ejercicios y referencias utilizabas cuando comenzaste a dibujar mujeres?
La mejor herramienta del artista son sus ojos. El arte de cualquier tipo, ya sean pinturas o cómics, trata sobre ver al mundo y luego contarlo a través de tu talento. Lamentablemente, ya que soy un artista muy lento, mi práctica ha sido simultánea a mi trabajo. Es por eso que mi arte ha cambiado tanto a lo largo de treinta años. Pero todo se trata de observar al mundo, recordarlo y dibujarlo.
¿Cómo lograste dominar la figura humana?
Siempre le digo a los artistas que dibujen lo que más les gusta, así que yo dibujo a mujeres hermosas. Si te gustan los zombies y los monstruos marinos, no tienes suerte por ese lado. Me refiero a que yo dibujo mujeres hermosas porque así puedo llevarlas a mi estudio, hacerlas posar y dibujarlas, mientras que no puedo pedirle eso a un zombie. Dibujo lo que me gusta ver y sobre lo que me gusta contar historias.
¿Qué es lo que más disfrutas usar al pintar, Photoshop o las técnicas tradicionales?
Dibujo de forma tradicional y sólo uso Photoshop para colorear, así que trabajo una mitad de forma análoga y la otra de forma digital.
La fase del color es la que más me entusiasma, pues para ese momento ya terminé la parte difícil, que es el dibujo, donde tengo que descifrar algunos problemas.
¿Qué tan vagas o complejas son las especificaciones que recibes cuando te encargan una portada?
Depende, pues cambia de un trabajo a otro. A veces el editor ya tiene una idea en mente, y otras veces simplemente te dice “¿Dentro de un mes podrías entregarnos una pieza con Supergirl haciendo cualquier cosa?”
En promedio, ¿cuánto tardas en crear una portada?
Demasiado. Pregúntale a cualquiera de mis editores y te dirán eso. Una portada me puede llevar de cuatro a siete días.
¿Cuáles crees que son los tres elementos que debe tener una portada icónica?
Sabes que soy autodidacta, ¿verdad? Así que no lo sé realmente. También sabes que dibujo mujeres para vivir, así que diré que los elementos son: el personaje, el seno izquierdo y el seno derecho.
La personalidad es lo más atractivo de una portada. Muchas veces un personaje puede ser bidimensional, pero cuando el lector les reconoce un rasgo de personalidad, se vuelve real y deja de ser sólo un dibujo. Creo que lo que más importante no es dibujar bien al personaje, sino lograr dibujarlo como si estuviera sintiendo algo.
Tuviste una larga estadía como portadista de Wonder Woman y Catwoman. ¿En cuál de los dos títulos te divertiste más?
Diría que me divertí más con Wonder Woman, pero aprendí más con Catwoman.
Al respecto, ¿cómo es que decidiste usar a Audrey Hepburn (1929-1993) como inspiración para dibujar a Catwoman?
Fue debido al trabajo de Darwyn Cooke, cuya versión de Selina Kyle era muy retro, muy “cincuentas”.
Me funciona muy bien pensar en alguien en particular cuando estoy dibujando. Sin embargo, creo que con Catwoman y Audrey Hepburn fui demasiado lejos. Después de un tiempo me di cuenta de que, efectivamente estaba usando mucho su imagen, así que desde entonces he donado mucho dinero a la fundación de Hepburn [quien era filántropa].
Así como hiciste con Hepburn, ¿ocupas referencias para otros personajes?
Sólo con los que me acomoda. Me encantaría tener una inspiración para cada uno, pero lo que hago muchas veces es que tengo varias ideas que combino en mi mente: la nariz de una persona, los ojos de otra y la personalidad de alguien completamente distinto.
En cuanto a la autocensura, ¿qué temas nunca aceptarías colocar en una portada?
Antes solía usar mi propio juicio para decidir eso, pero en un mundo en el que todos se molestan por todo, he empezado a dudar de mí mismo y me he preguntado si lo que yo creo que está bien para mí, a mis 50 años, no ofende a alguien que apenas está creciendo.
Así que ahora, cada vez que trabajo, me detengo a pensar “¿Esto molestará a alguien?” Y no es divertido. Antes mi juicio solía ser suficiente, pero ya no.
¿Te han encargado algún trabajo que te haya hecho sentir incómodo?
Bueno, debo decir que cualquier cambio me hace sentir así. Sin ofender a las madres de familia, cuando un editor me pide un cambio, es como si un doctor me dijera “¿Podemos regresar al bebé a donde estaba y hacer que nazca de nuevo?”.
Cabe decir que desde que Marvel surgió en los 60, DC Comics ha sido la empresa número dos en la industria, pero cuando nació Image fue la primera vez en la existencia de DC que la editorial ocupó el tercer lugar.
Hace 25 años, justo cuando apareció Image Comics, hice un póster para DC, con sus principales heroínas y villanas. El gran editor Archie Goodman me llamó y me preguntó si alguien en DC me estaba reteniendo de alguna forma. Cuando le pregunté a qué se refería, me dijo que yo estaba dibujando mujeres más sexys para otras editoriales, y que podría plasmar de forma más sensual a los personajes del póster.
Esa ha sido la única vez en mi carrera en que me han pedido que haga mi trabajo más sexy.
Alguna vez creaste una portada de G.I. Joe, en la que dibujaste a un personaje (Baroness) de forma muy sensual y fuiste censurado.
Así fue. Me pidieron que le cambiara el rostro porque según ellos parecía que estaba “recibiendo placer” y que las explosiones en el fondo, que para mí representaban gente muriendo, eran sus orgasmos.
Así que le redibujé la cara y, como aún era muy sexy para ellos, simplemente la guardaron en un cajón. Años después, cuando otra editorial consiguió los derechos de G.I. Joe, fue retomada y publicada, claro, después de pagarme, porque quienes me la encargaron originalmente nunca lo hicieron.
¿Finalmente, qué piensas de las nuevas tecnologías y su uso en los cómics?
No creo que vayan a eclipsar por completo al arte tradicional.
Cuando los automóviles fueron inventados dijeron que era el fin de los caballos, y acabo de ver uno el otro día. Luego dijeron que la televisión marcaba la muerte de la radio.
Creo que la tecnología es grandiosa, soy un fan, pero el arte es arte sin importar el medio. Si encuentras tu hogar artístico en la computadora y no en la pintura al óleo, aquello que creas con tu computadora sigue siendo arte.
Estoy seguro de que, por lo menos hasta que yo muera (porque mi esposa no me deja dibujar en digital), siempre habrá alguien creando arte de forma tradicional. Siempre que haya un artista al volante habrá arte.
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