Por Maira Benítez. Publicado originalmente en Comikaze #9 (julio de 2010).
Nacido en la ciudad de México en 1912, Germán Butze estudió pintura en la Academia de San Carlos. Sin embargo, él no buscó muros para plasmar el momento sociopolítico del país, tampoco tomó al nacionalismo como bandera y mucho menos abrazó una ideología revolucionaria. A Butze le gustaba la ciencia, disfrutaba de largas estancias familiares en Acapulco y tenía un gran sentido del humor.
Butze inició su carrera como dibujante para diversas marcas comerciales, al trabajar en una agencia de publicidad donde trazó durante muchos años campañas para Chiclets Adams, las llantas General Popo, la pomada de La Campana y la tienda de ropa High Life, entre otras. Para ello tuvo que hacer gala de su creatividad, realizando guiones e ilustraciones llenos de humor y presentando sus anuncios en forma de tiras cómicas. Lo que el artista hacía en ese entonces era escribir una breve historia alusiva a determinado producto, y después la desarrollaba cuadro a cuadro en una secuencia de una página, donde se observaba la acción de los personajes, sin utilizar globos, apoyándose sólo en líneas de texto. Para cada campaña, Butze inventó personajes como Memo Migaja detective, quien protagonizaba los anuncios de High Life y portaba los impecables tacuches de la marca. En este rubro destacó de igual forma el nombre de Pinito Pinole, también creado para los anuncios de High-Life, quien fue el antecedente directo de Panza, el joven soñador y aventurero de Los SuperSabios.
Sucede que en 1936, a la agencia de publicidad donde colaboraba Butze, llegó Ignacio Herrerías, quien apenas iniciaba su camino para ser uno de los más grandes editores de diarios y revistas gráficas del país. Herrerías lo invitó a colaborar con una historieta para su nuevo proyecto: el diario Novedades. Butze aceptó la oferta de inmediato, pero no abandonó su trabajo como dibujante de la agencia. Fue entonces que diseñó Los SuperSabios, sin duda la más célebre y duradera de sus creaciones, que apareció por primera vez el 27 de enero de 1936 en las páginas del suplemento dominical del periódico.
En el mismo año, el semanario Mujeres y Deportes (también de Herrerías), comenzó a publicar las aventuras de estos personajes. Para septiembre, el editor lanzó el exitoso semanario Chamaco, que incluyó sus historias hasta agosto de 1953, cuando Los SuperSabios estrenaron su propia revista quincenal (posteriormente semanal), con portada e interiores a todo color. Por quince años, hasta el número 646 (16 de febrero de 1968), este título presentó nuevas aventuras del trío infantil, así como reediciones de historias correspondientes a su paso por Chamaco.
Cabe mencionar que Los SuperSabios, considerado el mejor cómic de ciencia ficción de México, también aparecieron en las páginas de la publicación hermana Chamaco Chico, la primera revista de historietas de circulación diaria de México y el mundo, todo un fenómeno social y cultural que marcó una importante etapa de la gráfica en nuestro país.
En 1960, por motivos de salud, Butze suspendió sus actividades y la editorial decidió reimprimir la serie, que se publicó aleatoriamente con trazos de nuevos dibujantes durante siete años. Tras esto, Editorial Joma se encargó de reimprimir el título entre 1969 y 1976, seguida por Editorial Posada en 1978. Sin embargo, este sello únicamente lanzó veintiséis números.
El maestro Germán Butze falleció en 1974, dejando un legado importante para la historieta y la cultura mexicana. Desde 2002, por medio de su nieto Moisés Butze, Los SuperSabios se reimprimen cada domingo en el periódico Milenio. De esta forma Pepe, Paco, Panza y compañía se presentan ante una nueva generación de lectores.
De Picamosco al espacio
El estilo de Butze resultó muy novedoso para los lectores del México posrevolucionario, al colocar a sus personajes en Picamosco, localidad con un ambiente socioeconómico medio, carente de regionalismos, con viviendas más parecidas a los nuevos suburbios americanos que a las casas tradicionales mexicanas.
Los protagonistas de Los SuperSabios serían Pepe y Paco, dos jóvenes a los que les gustaba estar en su laboratorio haciendo toda clase de experimentos. Cuando salían de ahí para vivir aventuras, lo hacían acompañados de su gran amigo, Panza. Los tres juntos combatían el mal que atemorizaba a la comunidad, enfrentando personajes que ponían en riesgo al mundo, como el científico loco Solomillo y El Médico (sus peores enemigos), pero eran incapaces de enfrentar a una madre enojada con una sartén en mano.
Curiosamente, Los SuperSabios poseían un doble discurso: por una parte, el título mostraba a unos jóvenes que no rendían cuentas a nadie y que gustaban de resolver todo tipo de problemas, siendo por ello solicitados por las autoridades para combatir criminales, robots, alimañas y un sinfín de personajes fantásticos. Para ello viajaban por cielo, mar y tierra, llegando incluso a otros planetas y explorando cualquier cantidad de sitios peligrosos.
A su vez, la contraparte era representada por Panza, quien vivía con su madre, doña Pepita Venado viuda de Piñón, y con su cascarrabias abuelo, Don Seve. Al final de cada aventura, tras recibir toda clase de agradecimientos por su participación y valentía, el joven Panza despertaba como de un sueño para recordar, ya resignado, que la aventura había terminado. Llegando a casa, doña Pepita le propinaría una paliza por su ausencia injustificada. Desafortunadamente para el chico, los golpes siempre eran aprobados y celebrados por su propio abuelo.
La incursión en otros medios
Casi al finalizar la década de los 40, Chamaco presentó la adaptación radiofónica de sus series más exitosas, a través de las estaciones XEQ y XEW. Así, el trío de chicos arribó a las cabinas en 1949, con un grupo de actores encabezados por Luis Manuel Pelayo. En 1978 llegaron a la pantalla grande, con una cinta dirigida por Anuar Badín. Proyectada en el Primer Festival Internacional de Cine Infantil de la Cineteca Nacional, sería el segundo largometraje animado hecho en México, destacando las voces de Carlos Riquelme como Don Seve y de Jorge Arvizu como Panza y Solomillo.
Nuestra colaboradora
Licenciada en Comunicación Gráfica por la Universidad Nacional Autónoma del Estado de México, ha participado en diferentes publicaciones impresas, así como en programas de Televisa, Canal Once, Cadena 3 y Proyecto 40. Experta máxima en la obra de Gabriel Vargas (La Familia Burrón), es autora del libro Gabriel Vargas. Cronista Gráfico.
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