Por Jorge Tovalín
Cruza de Seven (David Fincher, 1995) y Unbreakable (M. Night Shyamalan, 2000), Orígenes Secretos es la más reciente apuesta de Netflix en su apartado de contenidos con espíritu comiquero. Tras la decepcionante Project Power (Henry Joots y Ariel Schulman, 2020), producción estrenada hace apenas unas semanas a nivel mundial en la misma plataforma y que contó con un presupuesto muchas veces mayor al de la cinta que hoy nos ocupa, la propuesta de David Galán Galindo es una simpática y sincera cartita de amor no solo al género de superhéroes, sino a sus lectores, que son quienes lo mantienen con vida.
¿De qué va la trama? David Valentín, un trabajólico y pulcro detective de la policía madrileña (Javier Rey) es asignado al caso de un asesino serial cuyo modus operandi hace referencia a la primera aparición de diversos superhéroes clásicos del comic. Ante su desconocimiento del tema, su jefa Norma (Verónica Echegui) lo une a un asesor externo, el extravagante dueño de una tienda de comics, Jorge Elías (Brays Efe), con quien poco a poco empieza a desenmarañar el misterio.
A todas luces la película está armada para sacar sonrisas a los lectores de historietas, pues se encuentra cargada de guiños entrañables y chistecillos de calidad variable, pero todos con buena intención, como el hecho de bautizar a diversos personajes con el nombre de editoriales existentes y ya extintas, lo que al espectador común puede importarle poco, pero a un fanático del cómic le causará gracia.
Los efectos especiales son modestos, pero de buena calidad, y ante el presupuesto limitado el director y su equipo sacan el mayor provecho posible al maquillaje corporal y a la caracterización de los personajes (mención especial merece el villano, con un diseño que si bien recuerda a uno bastante famoso, se encuentra muy bien realizado).
De la mano van los escenarios, espacios cerrados en los que la interacción de los protagonistas se ve reforzada, lo que centra la atención del espectador en los manierismos de cada uno. Así, la tienda de comics de Jorge Elías (¿ya captaron el chiste sobre Superman?) no está adornada con personajes de licencia como podría verse en The Big Bang Theory, donde el product placement de todo tipo de mercancía de Warner Brothers estaba a la orden del día, sino que está conformado de personajes, portadas y demás parafernalia ficticia creada expresamente para este filme.
Las actuaciones son adecuadas, y tal vez solo Norma, la bella y dura jefa de homicidios, esté un poco sobreactuada, ya que su personaje es mostrado en más de una ocasión como aficionado al cosplay (la afición por crear y utilizar disfraces o atuendos de series, películas o comics), lo que distrae un poco y le resta atención a Jorge Elías como el nerd del grupo. Pero no es algo demasiado molesto, por fortuna.
Algo muy agradable es que al recaer en información básica del cómic superheroico, el lector-espectador acompaña al detective en cada paso de su investigación, pero la única desventaja de esto mismo es que puede resolver el misterio por su cuenta fácilmente y varios minutos antes que los protagonistas.
Junto con otras películas pequeñas que muestran su amor sincero por el medio, sin mayores pretensiones, tales como Comic Book Villains (James Robinson, 2002), Orígenes Secretos es una película que dignifica el papel del lector de historietas y hace hincapié en la importancia que estas tienen en su vida.