En busca de la grandeza. 3 Story: The Secret History of the Giant Man

Por Luis Carreón Loza

De la grandeza del hombre se ha hablado desde el surgimiento mismo de la filosofía, con el inicio del pensamiento racional y los planteamientos que esto conlleva. A lo largo de la historia del hombre, muchos se han proclamado grandes, llegando incluso a divinizarse. Si es verdad que somos hechos a imagen y semejanza de Dios y apenas inferiores a los ángeles, ¿cómo puede alguien sentir ventaja ante sus similares? Si se otorgase este poder de superioridad, solo por un atributo físico, como lo es la estatura, que para el portador es más bien una maldición, ¿Qué pasaría?

En 3 Story: The Secret History of the Giant Man, Matt Kindt (Super Spy, Mind MGMT), nos narra la historia de Craig Pressgang, un hombre que ha alcanzado una altura superior a los tres pisos (algo así como nueve metros) y que aparentemente no deja de crecer. Su extraña condición se debe a un tumor alojado muy cerca de la glándula pituitaria, que puede decirse es de control maestro, y entre las funciones que regula está el crecimiento. El problema es que a medida que el tumor crece, Craig también lo hace, y su difícil ubicación hace imposible operarlo pues hay una altísima probabilidad de perder la vida.

La novela se narra desde la perspectiva de tres mujeres: Marge, Jo e Iris, la madre, esposa e hija de Craig, y de ahí, además del juego de palabras de 3 stories, que en inglés es otra forma de decir tres pisos, viene el título de la novela. Vista desde sus ojos, somos testigos del trascurrir de la vida de Craig, desde su nacimiento hasta su muerte. Ellas tres son las verdaderas protagonistas, a pesar de que todo se centra en la vida de Craig, él es más bien una circunstancia, como en la novela lo dice, es una fuerza de la naturaleza, como un huracán, que solo ocurre.

Desde muy pequeño Craig es utilizado por su altura, único atributo que el mundo es capaz de ver en él, y nos muestran múltiples facetas que adoptó a lo largo de su vida: jugador de basketball, anuncio publicitario viviente, pintor, agente de la CIA, hasta ser proclamado el pilar de América, un símbolo del sueño americano. La mayoría de estas condiciones son impuestas por su tamaño. La novela explora lo difícil que puede ser la existencia de una persona con estas condiciones, problemas como el trasporte, la ropa, y sobre todo la salud, son retratadas amargamente por Kindt.

A medida que Craig crece, su salud se ve mermada, su visión se reduce por la incapacidad de fabricar gafas tan grandes, su sensibilidad es retrasada por las larguísimas dimensiones de sus terminaciones nerviosas, su oído se vuelve incapaz de percibir los pequeños sonidos, y su habla resulta incomprensible para otros. Todo ello causa que Craig pierda su capacidad para comunicarse, lo que termina por abstraerlo de un mundo que no está dimensionado para su existencia.

El autor introduce elementos disruptivos muy interesantes que cortan la monotonía de las viñetas. Recortes de periódico, anuncios publicitarios, testimonios gráficos, e incluso semblanzas o declaraciones artísticas y un plano arquitectónico. Estos dos últimos son mis favoritos, un elemento por demás original pues no solo hablan, sino que dialogan con un trazo que, aunque inmóvil, nos cuenta la historia de Craig. El dibujo tiene un estilo clásico, con semejanzas al arte europeo, lo cual encaja a la perfección con el tiempo en que está ambientada la obra. Los colores en su mayoría son claros y consistentes.

Entre más se lee y se estudia la obra, se va desmitificando al gigante y nos acercamos más al hombre, con una vida tan mundana y difícil como la de cualquiera de nosotros. Huérfano de padre a causa de la guerra, tiene problemas con su madre y sufre un triste distanciamiento, con un progresivo desapego de su pareja, lo que lo convierte en un extraño, en un padre ausente, un ser que finalmente también fue amado. Una enorme existencia con un fugaz paso por la vida, tan rápida y efímera como la flama de un cerillo ante el viento.

Sin duda, ésa es la mejor lección que podemos tomar de esta novela. Debemos hacer la única cosa para la que venimos al mundo: vivir.